Hay una convención en los cómics de superhéroes que se remonta al principio de todo en 1938: la unidad de espacio. Superman vive en Metrópolis, Batman en Gotham, y los héroes de la Marvel en Nueva York. Y si estos justicieros viven en esas ciudades, sus enemigos también. Hasta ahora nadie se había preguntado por qué a Electro -un villano de Spiderman- tras acabar en prisión una y otra vez, no se le ha ocurrido irse de Nueva York para robar bancos en, por ejemplo, Houston, donde el hombre araña no patrulla cada noche. Sí, el Joker está obsesionado con Batman, y Lex Luthor con Superman, pero los villanos menores bien podrían buscarse las castañas en otra ciudad. Probablemente el tema haya salido en miles de conversaciones frikis. Pero el primero que hace un cómic con esto es el guionista escocés Mark Millar.
Experto en darle la vuelta a las convenciones del género -"Kick-Ass" es el Quijote de los superhéroes- Millar nos presenta a un grupo de supervillanos de poca monta -no hay genios del mal aquí- que, cansados de ser derrotados una y otra vez ante los superhéroes neoyorquinos, deciden marcharse a un lugar en el que no haya ninguno: Tenerife. Porque nadie ha oído hablar de un "Capitán España" ¿No?
El planteamiento de la historia que plantea Millar tiene gancho, pero el desarrollo pierde fuerza, y el desenlace final resulta liviano. Los "supercrooks" liderados por Jhonny Bolt acaban enfrentándose a un supervillano retirado y envejecido que tiene como guardaespaldas a un superhéroe corrupto. Por lo que la premisa de evitar a los supertipos acaba siendo traicionada por el autor. Al fin y al cabo, el propio Millar ya había explorado la idea en una obra anterior: "Némesis" plantea un mundo "realista" en el que existe sólo un supervillano y ningún superhéroe.
Un apunte más: la posible adaptación cinematográfica del cómic estaría dirigida por Nacho Vigalondo ("Los Cronocrímenes", "Extraterrestre") que ha participado en la escritura del mismo. Esperemos que el proyecto salga adelante algún día.
El planteamiento de la historia que plantea Millar tiene gancho, pero el desarrollo pierde fuerza, y el desenlace final resulta liviano. Los "supercrooks" liderados por Jhonny Bolt acaban enfrentándose a un supervillano retirado y envejecido que tiene como guardaespaldas a un superhéroe corrupto. Por lo que la premisa de evitar a los supertipos acaba siendo traicionada por el autor. Al fin y al cabo, el propio Millar ya había explorado la idea en una obra anterior: "Némesis" plantea un mundo "realista" en el que existe sólo un supervillano y ningún superhéroe.
Un apunte más: la posible adaptación cinematográfica del cómic estaría dirigida por Nacho Vigalondo ("Los Cronocrímenes", "Extraterrestre") que ha participado en la escritura del mismo. Esperemos que el proyecto salga adelante algún día.
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