Entre el thriller político y el drama, el francés Olivier Assayas -Personal Shopper, Doble vida- firma en La red avispa un ambicioso relato sobre la dictadura cubana, que justo tras la caída del bloque soviético, a principio de los años 90, vivió tiempos convulsos. O quizás, en realidad, hay que decir que el régimen cubano, tras la revolución, ha existido en una perpetua convulsión, en una continua crisis, en una guerra eterna contra enemigos acérrimos -muchas veces, los propios cubanos- pero también, imaginarios. En mi opinión, Assayas fracasa al relatar todo esto: su película se distrae demasiado en una continua presentación de personajes, en subtramas que divergen, que se repiten, que se reflejan sin aportar lo suficiente para apartarnos del relato principal. Nos perdemos irremediablemente en la multitud de personajes, que van y vuelven de Cuba, que se rebelan ante el régimen o que son espías a su servicio, o ambas cosas a la vez. El elenco parece ser un quién es quién de los actores hispanoparlantes: Penélope Cruz, Edgar Ramírez, Gael García Bernal, Ana de Armas, Leonardo Sbaraglia y el brasileño Wagner Moura, estupendo actor al que, en nuestro idioma, no se le entiende nada. Precisamente, lo peor de La red avispa es que recuerde en algunos momentos algo tan cutre como la serie Narcos, teniendo referentes tan interesantes como El padrino: Parte II (1974). Para los que hablamos español, el baile de acentos de la película es un auténtico horror. Pero sobre todo hay que criticar una narrativa confusa, desordenada, que va dando saltos de una cosa a la otra, y que en las mejores secuencias -por ejemplo, la de los atentados- no consigue producir verdadera tensión. Queda en segundo plano lo que podría haber sido el verdadero sentido de este film disponible en Netflix: la historia de la madre encarnada por Penélope Cruz, actriz que suele estar muy bien en películas no tan buenas. Esa madre cubana, que no se mete en política, ve cómo la dictadura la separa de su marido, cómo las circunstancias históricas que le han tocado vivir, destruyen su familia e impiden su felicidad, sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.
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