KILLER FROST (22 DE NOVIEMBRE DE 2016) -AVISO SPOILERS-
Primero fue el Flash-Reverso y luego Zoom. En cada una de las temporadas de The Flash, nos han presentado a un villano misterioso, cuya identidad resulta clave para el desenlace de la trama. Hay que decir que dicha revelación no ha sido nunca directa, siempre ha tenido matices, giros sorprendentes que han hecho más interesante el descubrimiento. Así, el Flash-Reverso no era simplemente Harrison Wells (Tom Cavanagh), sino Eobard Thawne (Matt Letscher) con sus rasgos. En esta tercera temporada, el malvado a descubrir es -era- el Doctor Alchemy -con la voz, sin acreditar, de Tobin Bell, el Jigsaw de Saw (2004)-. Durante estos siete episodios nos han estado dando pistas muy obvias -tanto, que parecían falsas- de que quien está detrás de la máscara de Alchemy es el forense Julian Albert (Tom Felton). Resulta que sí lo era. O al menos eso parece. La idea de hacer que el misterio sea tan simple -y la de resolverlo tan pronto- me parece buena porque nos mantiene en guardia en lugar de repetir los mecanismos de las dos temporadas anteriores. Por otro lado, aquí vemos al malvado Savitar (Andre Tricoteux) por primera vez en acción: ¿Será su identidad el nuevo enigma de la trama? Lo cierto es que este "dios de la velocidad" surge de la nada, por sorpresa, mientras que el Flash-Reverso y Zoom fueron presentados tras varios episodios en los que se anticipaba -y se temía- su primera aparición. Los guionistas de la serie están empeñados en pillarnos con el pie cambiado, jugando en contra de las expectativas de las dos primeras temporadas. Volviendo a Savitar, el villano le pega una buena paliza a Barry Allen (Grant Gustin) y parece, en principio, invencible: otro rasgo común con los dos villanos ya citados. Solo el esfuerzo conjunto de Vibe/Cisco (Carlos Valdes) y Killer Frost/Caitlin (Danielle Panabaker), evitan que Savitar mate a Flash. Sobre esta última, por cierto, va el capítulo, que no tiene villano episódico. O sí que lo tiene, y es la propia Killer Frost. Esta temporada de The Flash se está centrando más en el desarrollo de sus personajes, que en la acción superheroica. Y no es casualidad que esta entrega esté dirigida por Kevin Smith -ya sabéis, el autor de Clerks (1994)- que ya realizó antes otro episodio, The Runaway Dinosaur. Smith se preocupa más por los personajes y por las relaciones entre ellos, por lo que tenemos más momentos íntimos de lo normal: el miedo que siente Joe West (Jesse L. Martin) porque su hijo Wally West (Keiynan Lonsdale) se esté convirtiendo en Kid Flash; la amistad entre Cisco y Barry tras la muerte del hermano del primero en Flashpoint; la bonita relación romántica entre Barry e Iris West (Candice Patton); y sobre todo la forma en la que Barry ayuda a Caitlin Snow a no convertirse en una supervillana. Todo esta apelación a los sentimientos está bien, pero creo que hay que lamentar que tengamos aquí al Kevin Smith pastelero de Jersey Girl (2004) antes que al friki de humor desmitificador de la mencionada Clerks.
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