En los primeros videojuegos no se guardaban las partidas: si perdías todas tus vidas no te quedaba otro remedio que empezar, de nuevo, desde el principio, sin importar lo cerca que hubieses estado de la pantalla final. La única forma de salir victorioso era practicar, practicar y practicar hasta memorizar los saltos y los movimientos del enemigo. Aquellos videojuegos eran endiabladamente difíciles: como la vida. En este principio se apoya Boss Level, disponible en Amazon Prime Video y dirigida por Joe Carnahan -Narc (2002)- y protagonizada por Frank Grillo, más un especialista de acción que un actor, pero con gran carisma, que aquí se apoya en un reparto de secundarios de lujo: Naomi Watts, Mel Gibson, Michelle Yeoh, Ken Jeong y Annabelle Wallis. El argumento traslada el esquema de Atrapado en el tiempo (1993) al género de acción, como ya han hecho recientemente Al filo del mañana (2014) con la ciencia ficción bélica, Feliz día de tu muerte (2017) con el slasher de terror o Palm Springs (2020) con la comedia indie. Aquí, el héroe, Roy Pulver, debe descubrir por qué se despierta siempre en el mismo día y por qué acaba muriendo a manos de misteriosos y variopintos asesinos a sueldo. Con mucho humor y divertidas secuencias de acción, la gran virtud de Boss Level es entretener, cosa que consigue a pesar de un eso excesivo de la voz en off y de explicaciones innecesarias. La historia, sorprendentemente, tiene corazón y humanidad, gracias a una subtrama en la que el violento héroe tendrá que acercarse a su hijo, al que prácticamente no conoce. Sin alcanzar el gamberrismo de, por ejemplo, Crank (2006), Boss Level resulta desenfadada y fresca. No necesita indagar en cuál es el sentido de una vida que se repite monótonamente -como Sísifo, que empuja la roca cuesta arriba una y otra vez en el infierno- pero sí puede hacernos reflexionar por qué, en los últimos años, tantos directores y guionistas han decidido revisitar el clásico de Harold Ramis y Bill Murray.
No hay comentarios:
Publicar un comentario