EPISODIO 1
El primer capítulo de la segunda temporada de la serie británica Utopía, lamentablemente, es una precuela. Y digo lamentablemente porque personalmente estoy en contra de esa tendencia tan extendida en la ficción audiovisual actual de narrar lo ocurrido antes de historias que ya conocemos. La jugada parece ser apostar por lo fácil: se trata de desarrollar datos ya aparecidos en una historia previa, por lo que hace falta poca creatividad y sí mucho rigor para evitar errores de continuidad. Para defender mi tesis, propongo tres películas que contaban algo "nuevo": la trilogía clásica de Star Wars y os pido que las comparéis con sus precuelas. En Star Wars (George Lucas, 1977) Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness) le dice a Luke Skywalker (Mark Hamill) que su padre luchó en las Guerras Clon. Aquel concepto activó nuestra imaginación durante décadas hasta que en El ataque de los clones (George Lucas, 2002) pudimos ver -¿por fin?- las mencionadas guerras. El resultado fue decepcionante ¿no era mejor lo que habíamos imaginado? En este primer capítulo de Utopia, descubrir la juventud de Phillip Carvel (Tom Burke) -de imagen idéntica a Julio Cortázar- y la infancia de Jessica Hyde y Arby tiene su morbo, sin duda, pero en definitiva sus historias resultan menos interesantes que imaginar los evocadores detalles que se habían ido revelando en la primera temporada. Tengo especiales problemas con las escenas en las que el pequeño Arby es torturado psicológicamente para ser convertido en el asesino psicópata que ya conocemos. En todo caso, el capítulo funciona como un apéndice curioso de la primera temporada y como un resumen bastante completo de la misma. Eso sí, Rose Leslie -Ygritte en Juego de Tronos- está guapísima como la joven Milner.
El segundo episodio nos devuelve al presente con los personajes de la primera temporada en situaciones algo diferentes. Básicamente todos viven alguna clase de encierro: Jessica Hyde está encarcelada, Ian ha vuelto a su aburrido trabajo, Grant no puede salir de casa al ser un prófugo, Dugdale se ha visto obligado a aceptar un cargo político... en esta segunda temporada todo ha cambiado. El argumento de la primera temporada entera de Utopía habría cabido en un episodio de Expediente X (1993-2002) porque la apuesta de la serie es su estética, los planos sostenidos y los movimientos de cámara lentos para crear una atmósfera o más bien para expresar un estado de ánimo. Pero tras esos seis capítulos, no quedan misterios en Utopía, por lo que la serie parece decidida a mirar más a sus personajes, a acelerar el ritmo, y hacer más evidente el humor subterráneo de la primera entrega. Este segundo capítulo parece más luminoso y más desenfadado, con una Jessica Hyde convertida en un individuo muy peligroso: genial la idea de la antitortura para sacarle la información, aunque "Jess" no caiga en la trampa. Un apunte para los despistados -como yo- el actor que interpretaba al científico cocainómano que extorsionaba a Becky ha sido sustituido. Donaldson fue interpretado antes por Simon McBurney y ahora le da vida Michael Maloney.
EPISODIO 3 -AVISO SPOILERS-
En una serie de temporadas cortas como Utopía, es necesario que tengamos la sensación de estar metidos de lleno en la historia desde el principio. Este tercer episodio lo consigue: el tono es casi aventurero, muy ligero, pero al mismo tiempo comienzan a aparecer detalles amargos que presagian un final muy oscuro. Los protagonistas han dado un giro con respecto a la primera temporada, casi siempre para mal. Jessica Hyde (Fiona O´Shaughnessy) que sufrió en su infancia los experimentos de su padre, va camino de convertirse en la asesina psicópata que fue Arby (Neil Maskell) ahora reconvertido en héroe tras lidiar con sus traumas pasados. Ambos personajes, hermanos y con orígenes similares, parecen evolucionar en direcciones opuestas. Otro personaje transformado es Michael Dugdale (Paul Higgins) que demuestra que un funcionario cobarde y obediente puede ser incluso peor que un violento asesino. El tercer capítulo de Utopía revela que esta segunda temporada es un espejo de la primera: un nuevo misterio que no es más que un mcguffin; los protagonistas huyendo y escondiéndose; un asesino excéntrico (el resucitado Lee, interpretado por Paul Ready); otro personaje se convierte en un falso culpable; y La Red que sigue sin saber dónde está Jessica Hyde. Contiene este capítulo, además, una sorpresa que justifica el flashback que fue el primer episodio.
EPISODIO 4 -AVISO SPOILERS-
La cuarta entrega de Utopía nos presenta el concepto de los "durmientes": personas normales, sus cerebros lavados, que pueden ser activados con una llamada telefónica para desatar la epidemia destinada a "salvar el mundo". El Apocalipsis desencadenado por los borregos. Aterrador. Lo curioso es que el cerebro detrás de ese plan digno de un villano de James Bond fue a su vez la víctima -romaní- de la "solución final" de los nazis. Por otro lado, dos giros revelan que un personaje que parecía ser un traidor es en realidad víctima de un chantaje, mientras otro abraza por completo la causa de La Red.
EPISODIO 3 -AVISO SPOILERS-
En una serie de temporadas cortas como Utopía, es necesario que tengamos la sensación de estar metidos de lleno en la historia desde el principio. Este tercer episodio lo consigue: el tono es casi aventurero, muy ligero, pero al mismo tiempo comienzan a aparecer detalles amargos que presagian un final muy oscuro. Los protagonistas han dado un giro con respecto a la primera temporada, casi siempre para mal. Jessica Hyde (Fiona O´Shaughnessy) que sufrió en su infancia los experimentos de su padre, va camino de convertirse en la asesina psicópata que fue Arby (Neil Maskell) ahora reconvertido en héroe tras lidiar con sus traumas pasados. Ambos personajes, hermanos y con orígenes similares, parecen evolucionar en direcciones opuestas. Otro personaje transformado es Michael Dugdale (Paul Higgins) que demuestra que un funcionario cobarde y obediente puede ser incluso peor que un violento asesino. El tercer capítulo de Utopía revela que esta segunda temporada es un espejo de la primera: un nuevo misterio que no es más que un mcguffin; los protagonistas huyendo y escondiéndose; un asesino excéntrico (el resucitado Lee, interpretado por Paul Ready); otro personaje se convierte en un falso culpable; y La Red que sigue sin saber dónde está Jessica Hyde. Contiene este capítulo, además, una sorpresa que justifica el flashback que fue el primer episodio.
EPISODIO 4 -AVISO SPOILERS-
La cuarta entrega de Utopía nos presenta el concepto de los "durmientes": personas normales, sus cerebros lavados, que pueden ser activados con una llamada telefónica para desatar la epidemia destinada a "salvar el mundo". El Apocalipsis desencadenado por los borregos. Aterrador. Lo curioso es que el cerebro detrás de ese plan digno de un villano de James Bond fue a su vez la víctima -romaní- de la "solución final" de los nazis. Por otro lado, dos giros revelan que un personaje que parecía ser un traidor es en realidad víctima de un chantaje, mientras otro abraza por completo la causa de La Red.
EPISODIO 5 -AVISO SPOILERS-
En Utopía todo es cuestión de perspectiva. Una persona corriente puede decidir vivir su vida, hacer su trabajo, amar a su familia, sin pensar en nada más. Concentrarse en su ombligo siendo consciente de que simplemente es una parte muy pequeña de un todo mayor que no puede controlar ¿para qué preocuparse? Ian, el informático hastiado de su vida, era uno de ellos hasta que despertó para darse cuenta de que hay algo más allá de la rutina. Y en Utopía la clave para abrir los ojos es un cómic (una "novela gráfica" diría Becky). Un cómic creado por Phillip Carvel, el más brillante de un secreto grupo de hombres y mujeres que ven el mundo desde arriba y que se sienten capaces de resolver los problemas globales: se creen dioses. Tanto que Carvel ha elegido a un pueblo -el suyo- para salvarle del Apocalipsis. Los marginados históricos se convertirán en los únicos supervivientes. Wilson Wilson quiere formar parte de este grupo de dioses: se ha pasado la vida imaginando teorías conspiratorias y ahora él está detrás de ellas. Que haya perdido un ojo en el proceso indica que también ha perdido la perspectiva. Luego están Jessica y Pietre, meros peones en el tablero de La Red, cuyo conflicto es que hubieran preferido tener como padre a una persona corriente -y cariñosa- y no a un genio loco que mueve los hilos del mundo. Por último, este quinto episodio de Utopía nos muestra una nueva perspectiva: la del fracasado solitario que trabaja en una hamburguesería, y que sueña con tener el poder de acabar con todo. Salvar al mundo destruyendo a los que odia. Un "durmiente" que soporta en silencio las humillaciones cotidianas esperando en secreto el momento de la venganza.
EPISODIO 6 -AVISO SPOILERS-
"Hay gente mala que necesita controlar a los demás", dice Anton (Ian McDiarmid, mejor conocido como el Emperador Palpatine). Así se resume el último capítulo de la segunda temporada de Utopía cuyas tramas giran en torno a la capacidad de matar ¿se puede justificar la muerte de otro ser humano? Un nuevo asesino, Terrence (Steven Robertson) -el más peligroso de todos porque su apariencia es completamente normal- le plantea a una madre si sería capaz de matar a su hijo para salvar el medioambiente. Terrence está dispuesto a matar a millones para salvar al mundo. El dilema central del episodio lo tiene Ian (Nathan Stewart-Jarret) que se enfrenta a la necesidad de matar al propio Terrence y por la misma razón: salvar al mundo. Pero la peor prueba para Ian será descubrir si es capaz de matar a la persona que ama para evitar su sufrimiento. Antes, Ian comprueba que Wilson Wilson (Adeel Akhtar) ha cambiado para siempre. En una hipotética tercera temporada, será el nuevo Mr. Rabbit.
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