SHALWAR KAMEEZ (12 OCTUBRE) -AVISO SPOILERS-
Hay episodios de Homeland que se centran en sus -atormentados- personajes. Episodios en los que, se supone, tenemos que preocuparnos por las dificultades que sufren los protagonistas para superar los traumas de tener que enfrentarse a situaciones límite. El problema es que si no se establece esa conexión, si no nos preocupamos por ellos, la historia que nos cuentan parece de relleno. Un capítulo de transición. El tercer episodio de la cuarta temporada de Homeland se centra en los problemas de Peter Quinn (Rupert Friend) para superar los hechos que llevaron a la muerte de Sandy Bachman (Corey Stoll). Quinn se siente culpable y decide abandonar su trabajo en la CIA. Pero no será tan fácil. La historia no avanza demasiado y, al menos para mí, Quinn es un personaje sin demasiado interés. Le faltan aristas para hacerle atractivo y no creo que la vía para mejorarle sea descubrir que puede estar enamorado de Carrie (Claire Danes). Ya empezamos otra vez. La trama de Quinn no tiene más desarrollo que su regodeo autocompasivo, hasta que, gracias a youtube y de una manera poco creíble, descubre que, en realidad, no es culpable de la muerte de Sandy. Problema resuelto. Por otro lado, la trama de mayor interés se centra en lo que escondía Sandy ¿cómo conseguía la información sobre los objetivos terroristas? Carrie se empeña en investigarlo, aunque debe lidiar con la desobediencia de sus subalternos -la mayoría hombres- en una subtrama que recuerda a La noche más oscura (Kathryn Bigelow, 2012). Para redondear el episodio, otra trama que por ahora carece de interés: los intentos de interrogar a Aayan (Suraj Sharma) por lo que pueda saber sobre el bombardeo en el que murió su tío terrorista. Que sepamos Aayan no tiene ninguna información ¿o sí?
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