El eslabón más débil, para mí, del crossover que une las series de Supergirl, The Flash, Legends of Tomorrow y Arrow era claramente esta última, la ficción sobre el arquero verde. Las aventuras de Oliver Queen (Stephen Amell), en sus primeras temporadas, eran serias hasta el ridículo, con guiones incoherentes y con interpretaciones no demasiado logradas. Algo así como un culebrón -una soap opera- con superhéroes. Pero hay que admitir que, con cada entrega, la serie ha ido mejorando -sobre todo tras la aparición de The Flash- dejando de lado los aburridos conflictos familiares de la familia Queen, introduciendo momentos de humor -gracias Felicity (Emily Bett Rickards)- acumulando gente disfrazada y apoyándose en su mayor baza: las escenas de acción y las peleas. En esta quinta temporada, Arrow se ha renovado completamente con nuevos personajes: Mr. Terrific, Ragman, Wild Dog, Artemis y Vigilante; han eliminado el romance entre Oliver y Felicity; han sustituido los conflictos familiares por algo parecido a una intriga política -Oliver es el alcalde de Star City- y han mejorado considerablemente los prescindibles flashbacks introduciendo como villano al grandísimo Dolph Lundgren -Rocky IV (1985), Masters del Universo (1987) y Soldado Universal (1992)-. Arrow sigue sin ser una buena serie, pero al menos resulta entretenida con estos cambios.
Ahora bien, en este capítulo, que se inscribe en el cruce titulado Invasion!, los guionistas eluden el enfrentamiento con los extraterrestres hostiles, los Dominadores, y evitan también mezclar a los personajes de Arrow con los de las otras cabeceras. Mal. La idea de partida es que los héroes son capturados y colocados en vainas, en animación suspendida. En sus mentes se crea una realidad virtual -una suerte de Matrix (1999)- que nos lleva al pasado, a la primera -y peor- temporada de la serie. ¡Muy mal!. La idea es complaciente con los fans, que los hay, recuperando personajes -como los padres de Oliver- y enemigos, como Malcolm Merlyn, Deathstroke, y Damien Darhk. Hay además, una despedida/homenaje a Laurel Lance/Black Canary (Caity Lotz), ya fallecida y que, recordemos, al principio se perfilaba como pareja sentimental del protagonista: aquí se casan. Los guionistas aprovechan también para jugar con los personajes creados en Arrow -The Atom, White Canary- que se habían incorporado a Legends of Tomorrow. No está mal, pero la cosa mejora mucho en la secuencia final, cuando los protagonistas huyen en una capsula extraterrestre asediada por naves enemigas, en plan "Star Trek rollo J.J. Abrams", citando a Cisco Ramon (Carlos Valdes).
Ahora bien, en este capítulo, que se inscribe en el cruce titulado Invasion!, los guionistas eluden el enfrentamiento con los extraterrestres hostiles, los Dominadores, y evitan también mezclar a los personajes de Arrow con los de las otras cabeceras. Mal. La idea de partida es que los héroes son capturados y colocados en vainas, en animación suspendida. En sus mentes se crea una realidad virtual -una suerte de Matrix (1999)- que nos lleva al pasado, a la primera -y peor- temporada de la serie. ¡Muy mal!. La idea es complaciente con los fans, que los hay, recuperando personajes -como los padres de Oliver- y enemigos, como Malcolm Merlyn, Deathstroke, y Damien Darhk. Hay además, una despedida/homenaje a Laurel Lance/Black Canary (Caity Lotz), ya fallecida y que, recordemos, al principio se perfilaba como pareja sentimental del protagonista: aquí se casan. Los guionistas aprovechan también para jugar con los personajes creados en Arrow -The Atom, White Canary- que se habían incorporado a Legends of Tomorrow. No está mal, pero la cosa mejora mucho en la secuencia final, cuando los protagonistas huyen en una capsula extraterrestre asediada por naves enemigas, en plan "Star Trek rollo J.J. Abrams", citando a Cisco Ramon (Carlos Valdes).
CAPÍTULO ANTERIOR: THE FLASH - INVASION!
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