One Cut of the Dead es una de las películas más originales que he visto en años. Pero es difícil hablar de esta cinta japonesa de zombies sin destripar -nunca mejor dicho- las sorpresas que esconde. Empecemos entonces por la premisa: un equipo de cineastas rueda un film de terror sobre muertos vivientes, cuando aparecen los auténticos monstruos. Esto no parece demasiado original, no lo es, aunque hay que decir que el mérito está en plantear esta historia como un plano secuencia. Es decir, que la acción se desarrolla sin cortes -One Cut-, prácticamente en directo, lo que obliga no solo a coreografiar a los personajes, las apariciones de los muertos y las carreras de las víctimas despavoridas, sino también los efectos especiales prácticos necesarios para mostrar las muertes sangrientas de este tipo de films. La película de Shinichiro Ueda, rodada en apenas 8 días con solo 25 mil dólares de presupuesto, ha sido un éxito de taquilla histórico en Japón. Pero debo decir que me parece una comedia relativamente divertida -no conecto demasiado con su humor, algo inocente-. Además, el fan del cine zombie no encontrará en ella gore ni maquillajes elaborados: apenas hay sangre. El principal atractivo de la propuesta es, como ya he dicho, el reto de contar esto en un solo plano. Llegados a este punto, debo advertir, que One Cut of The Dead esconde giros que paso a contar, avisando que vienen spoilers. No sigáis leyendo si no la habéis visto. Tras el estupendo plano secuencia del ataque, la historia se sitúa un mes antes del rodaje. Comienza entonces un flashback que nos cuenta cómo un director de cine (Takayuki Hamatsu) se embarca en el proyecto de rodar una película de zombies en plano secuencia. Conocemos a su familia y a los que serán sus productores, actores y equipo técnico. Esto está contado con un montaje al uso y me parece lo menos interesante del film. Tras esto, comienza el rodaje, y entonces descubrimos que la película a rodar era literalmente One Cut of the Dead: unos zombies atacan el rodaje de una película de zombies. Lo que vemos a continuación es el making of de esa película -la misma que hemos visto al principio- y en ella hay gags humorísticos sobre cómo se las apañan para rodar el mencionado plano sin cortes. Esto es, hay un plano secuencia dentro de otro plano secuencia. La idea es muy original y, hasta cierto punto divertida. Lamento decir que, a mí, no me ha parecido especialmente graciosa. Y además, me ha decepcionado que los zombies no fueran zombies de verdad. Pero es una película curiosa de ver y sin duda, imprescindible para el fan completista.
ONE CUT OF THE DEAD -PLANO SECUENCIA DE LOS MUERTOS
One Cut of the Dead es una de las películas más originales que he visto en años. Pero es difícil hablar de esta cinta japonesa de zombies sin destripar -nunca mejor dicho- las sorpresas que esconde. Empecemos entonces por la premisa: un equipo de cineastas rueda un film de terror sobre muertos vivientes, cuando aparecen los auténticos monstruos. Esto no parece demasiado original, no lo es, aunque hay que decir que el mérito está en plantear esta historia como un plano secuencia. Es decir, que la acción se desarrolla sin cortes -One Cut-, prácticamente en directo, lo que obliga no solo a coreografiar a los personajes, las apariciones de los muertos y las carreras de las víctimas despavoridas, sino también los efectos especiales prácticos necesarios para mostrar las muertes sangrientas de este tipo de films. La película de Shinichiro Ueda, rodada en apenas 8 días con solo 25 mil dólares de presupuesto, ha sido un éxito de taquilla histórico en Japón. Pero debo decir que me parece una comedia relativamente divertida -no conecto demasiado con su humor, algo inocente-. Además, el fan del cine zombie no encontrará en ella gore ni maquillajes elaborados: apenas hay sangre. El principal atractivo de la propuesta es, como ya he dicho, el reto de contar esto en un solo plano. Llegados a este punto, debo advertir, que One Cut of The Dead esconde giros que paso a contar, avisando que vienen spoilers. No sigáis leyendo si no la habéis visto. Tras el estupendo plano secuencia del ataque, la historia se sitúa un mes antes del rodaje. Comienza entonces un flashback que nos cuenta cómo un director de cine (Takayuki Hamatsu) se embarca en el proyecto de rodar una película de zombies en plano secuencia. Conocemos a su familia y a los que serán sus productores, actores y equipo técnico. Esto está contado con un montaje al uso y me parece lo menos interesante del film. Tras esto, comienza el rodaje, y entonces descubrimos que la película a rodar era literalmente One Cut of the Dead: unos zombies atacan el rodaje de una película de zombies. Lo que vemos a continuación es el making of de esa película -la misma que hemos visto al principio- y en ella hay gags humorísticos sobre cómo se las apañan para rodar el mencionado plano sin cortes. Esto es, hay un plano secuencia dentro de otro plano secuencia. La idea es muy original y, hasta cierto punto divertida. Lamento decir que, a mí, no me ha parecido especialmente graciosa. Y además, me ha decepcionado que los zombies no fueran zombies de verdad. Pero es una película curiosa de ver y sin duda, imprescindible para el fan completista.
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