Inspirada explícitamente en la obra maestra 2001: Un odisea del espacio (1968), Last and First Men propone también la evolución de la humanidad como motor del misterio de la existencia. La película es el testamento fílmico del conocido compositor islandés Jóhann Jóhannsson, fallecido poco después de completar la cinta, conocido por las bandas sonoras de films, sobre todo, dirigidos por Denis Villeneuve, como Sicario (2015) y La llegada (2016). Jóhannsson adapta una novela de Olaf Stapledon en su primer y último largometraje, en el que solo vemos imágenes en blanco y negro de extrañas construcciones de cemento o piedra, que de alguna forman ilustran la narración en off de la actriz Tilda Swinton, quien desde la perspectiva de la raza humana del futuro, tan evolucionada que se ha convertido para nosotros en una especie alienígena, nos lanza un mensaje de advertencia sobre sucesivas extinciones que, sin embargo, no acabarán con la humanidad, lanzada a la conquista del espacio. La gran protagonista de esta curiosa propuesta es, claro, la música, atmósferica, envolvente, del propio Jóhannsson, que invita a dejarnos llevar por una experiencia sensorial y a imaginar los escenarios fantásticos que dibuja la voz de Swinton.
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