El relato de fantasmas más clásico suele relacionar al espíritu del aparecido con una cuenta pendiente, un agravio o una injusticia del pasado cuyo misterio debe resolver el protagonista. En The Night House, estrenada en Disney Plus, una mujer se enfrenta a un hecho trágico, el suicidio de su marido. Beth (Rebecca Hall) se encuentra, de un día para otro, abandonada por su pareja en la casa que él diseño -es arquitecto- rodeada de recuerdos y con la gran interrogante de por qué Owen (Evan Jonigkeit), que parecía el marido perfecto, tomó una decisión tan drástica. En ese estado de fragilidad emocional, Beth comenzará a experimentar sucesos extraños e inexplicables. The Night House es una historia de fantasmas que se desarrolla explorando el drama de la pérdida de Beth y también siguiendo los pasos de la investigación que emprende para descubrir la verdad. ¿Tenía su marido una doble vida? El director David Bruckner demuestra su eficacia generando un atmósfera inquietante, sobrenatural y sobre todo misteriosa. La parte dramática se sostiene sobre los hombros de la actriz Rebecca Hall: ella es la película y demuestra ser muy capaz de expresar la fragilidad emocional de su personaje. El misterio que plantea el argumento engancha y mantiene la atención. Pero lo más interesante es como el director de The Ritual presenta aquí, de nuevo, un estudio sobre la masculinidad en los tiempos que vivimos. La protagonista del relato acabará indagando en el lado más oscuro de la personalidad masculina: la infidelidad, la promiscuidad, la violencia y el deseo de posesión, redondeando un film muy efectivo cuyo planteamiento parece afín a los de la reciente El hombre invisible (2020) de Leigh Whannell.
THE NIGHT HOUSE -MASCULINIDAD TÓXICA
El relato de fantasmas más clásico suele relacionar al espíritu del aparecido con una cuenta pendiente, un agravio o una injusticia del pasado cuyo misterio debe resolver el protagonista. En The Night House, estrenada en Disney Plus, una mujer se enfrenta a un hecho trágico, el suicidio de su marido. Beth (Rebecca Hall) se encuentra, de un día para otro, abandonada por su pareja en la casa que él diseño -es arquitecto- rodeada de recuerdos y con la gran interrogante de por qué Owen (Evan Jonigkeit), que parecía el marido perfecto, tomó una decisión tan drástica. En ese estado de fragilidad emocional, Beth comenzará a experimentar sucesos extraños e inexplicables. The Night House es una historia de fantasmas que se desarrolla explorando el drama de la pérdida de Beth y también siguiendo los pasos de la investigación que emprende para descubrir la verdad. ¿Tenía su marido una doble vida? El director David Bruckner demuestra su eficacia generando un atmósfera inquietante, sobrenatural y sobre todo misteriosa. La parte dramática se sostiene sobre los hombros de la actriz Rebecca Hall: ella es la película y demuestra ser muy capaz de expresar la fragilidad emocional de su personaje. El misterio que plantea el argumento engancha y mantiene la atención. Pero lo más interesante es como el director de The Ritual presenta aquí, de nuevo, un estudio sobre la masculinidad en los tiempos que vivimos. La protagonista del relato acabará indagando en el lado más oscuro de la personalidad masculina: la infidelidad, la promiscuidad, la violencia y el deseo de posesión, redondeando un film muy efectivo cuyo planteamiento parece afín a los de la reciente El hombre invisible (2020) de Leigh Whannell.
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