Una bayoneta que sale de un
tigre, al que le sigue otro tigre que aparece de la boca de un pez que surge de
una granada. El francés Quentin Dupieux se propone hacer una película sobre
Salvador Dalí y, para ello, parece que intenta imaginarse cómo haría un film el
propio pintor surrealista. El resultado es un sueño dentro de otro sueño y una
película dentro de otra película en un bucle que se acaba cerrando sobre sí
mismo. Si el cine de Dupieux ya era surrealista, en Daaaaaalí! (2024)
-no sé si he escrito el número correcto de ‘aes’- encuentra la excusa perfecta
para ensayar todo tipo de recursos para jugar con el lenguaje cinematográfico y
romper con la idea del relato lineal, lógico y naturalista. No hay que esperar
que esta sea una película con sentido, ni que nos cuente una historia, aunque
nos presenten a una apocada periodista, (Anaïs Demoustier) que se enfrenta al
reto de entrevistar al artista. En una decisión lógicamente buñueliana, seis
actores diferentes interpretan a Dalí -Edouard Baer, Pio Marmaï, Jonathan
Cohen, Gilles Lellouche, Didier Flamand- entendido como el personaje que fue en
vida, ese que intentaba hacer de sí mismo su mayor obra surrealista. Sin el más
mínimo apunte biográfico, Dupieux prefiere hacer el retrato de Dalí dejando que
el personaje y su imaginario se apoderen de su película. Y aunque el director
francés suele partir de una premisa muy original que siempre parece ajustarse
más a un cortometraje, también es cierto que utiliza con éxito dos armas para
evitar el agotamiento, como son una duración muy ajustada -aquí, apenas 77
minutos- y el humor. Esta película funciona como una sucesión de sketches cuyas
ocurrencias pueden hacer gracia, o no. Eso ya es subjetivo. Pero lo cierto es
que Daaaaaalí! -ahora me parece que son seis ‘aes’ porque seis
actores interpretan al pintor- acaba expresando en pantalla temas como el
verdadero significado del arte y de ser un artista; el valor social -y
económico- de una obra; o las dudas que tiene cualquier autor sobre su trabajo,
como las que expresa la periodista en la película y que seguramente son las del
propio Dupieux. ¿Cómo hacer una película sobre Dalí?
DAAAAAALÍ! -EL ARTE Y EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR
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