Como echar una segunda partida del Cluedo, así se siente El misterio de Glass Onion, estrenada en Netflix, de Rian Johnson: los detalles son diferentes, pero las reglas del juego son las mismas que las de Puñales por la espalda (2019). Una vez más, el detective Benoit Blanc (Daniel Craig) debe resolver un enrevesado crimen y los sospechosos son un grupo de privilegiados no demasiado simpáticos. La protagonista es una joven algo desvalida: si en la cinta original fue una perfecta Ana de Armas, ahora un papel muy similar recae en una estupenda Janelle Monáe. La película se desarrolla en un registro paródico que convierte a sus personajes en caricaturas de modelos bastante reconocibles de la realidad. Si en la primera entrega Johnson hacía un ácido comentario sobre la sociedad de Estados Unidos, clasista y muy dividida política e ideológicamente -esa división de la que se ha quejado Joe Biden recientemente- ahora el director y guionista coloca la diana de sus dardos en la sociedad mediatizada por las redes sociales y en la nueva forma de entender el éxito y, por tanto, el sueño americano. En el centro de la trama está el multimillonario emprendedor Miles Brown (Edward Norton), un trasunto de Elon Musk, del que todo el mundo se hace la pregunta del millón: ¿Es un genio o un imbécil? Le acompañan una celebrity venida a menos por los escándalos mediáticos (Kate Hudson), un streamer machista y aficionado a las armas (Dave Bautista), o una política (Kathryn Hahn), entre otros. Todos, de alguna forma, se relacionan con la fama, se deben a la popularidad y a la tiranía de las audiencias, dependen del like de los seguidores, de la voluntad de los votantes o de los accionistas. En una mansión imposible, aislada, Johnson juega a los 'diez negritos' y ensaya un simulacro del fin del mundo con pandemia incluida y preguntándose qué ha sido de la cultura y de las verdaderas obras del arte ¿Se han convertido en un objeto de consumo más? Si bien es cierto que la película se presta a reflexiones interesantes, no por ello deja de ser un estupendo divertimento, de estética atractiva que se apoya en un guión minucioso y repleto de giros argumentales y sorpresas, además de en el innegable carisma de sus actores.
PUÑALES POR LA ESPALDA: EL MISTERIO DE GLASS ONION -¿JUGAMOS OTRA VEZ?
Como echar una segunda partida del Cluedo, así se siente El misterio de Glass Onion, estrenada en Netflix, de Rian Johnson: los detalles son diferentes, pero las reglas del juego son las mismas que las de Puñales por la espalda (2019). Una vez más, el detective Benoit Blanc (Daniel Craig) debe resolver un enrevesado crimen y los sospechosos son un grupo de privilegiados no demasiado simpáticos. La protagonista es una joven algo desvalida: si en la cinta original fue una perfecta Ana de Armas, ahora un papel muy similar recae en una estupenda Janelle Monáe. La película se desarrolla en un registro paródico que convierte a sus personajes en caricaturas de modelos bastante reconocibles de la realidad. Si en la primera entrega Johnson hacía un ácido comentario sobre la sociedad de Estados Unidos, clasista y muy dividida política e ideológicamente -esa división de la que se ha quejado Joe Biden recientemente- ahora el director y guionista coloca la diana de sus dardos en la sociedad mediatizada por las redes sociales y en la nueva forma de entender el éxito y, por tanto, el sueño americano. En el centro de la trama está el multimillonario emprendedor Miles Brown (Edward Norton), un trasunto de Elon Musk, del que todo el mundo se hace la pregunta del millón: ¿Es un genio o un imbécil? Le acompañan una celebrity venida a menos por los escándalos mediáticos (Kate Hudson), un streamer machista y aficionado a las armas (Dave Bautista), o una política (Kathryn Hahn), entre otros. Todos, de alguna forma, se relacionan con la fama, se deben a la popularidad y a la tiranía de las audiencias, dependen del like de los seguidores, de la voluntad de los votantes o de los accionistas. En una mansión imposible, aislada, Johnson juega a los 'diez negritos' y ensaya un simulacro del fin del mundo con pandemia incluida y preguntándose qué ha sido de la cultura y de las verdaderas obras del arte ¿Se han convertido en un objeto de consumo más? Si bien es cierto que la película se presta a reflexiones interesantes, no por ello deja de ser un estupendo divertimento, de estética atractiva que se apoya en un guión minucioso y repleto de giros argumentales y sorpresas, además de en el innegable carisma de sus actores.
BROKER -OTRO ASUNTO DE FAMILIA
LAS MEJORES PELÍCULAS Y SERIES DE 2022
Las mejores películas internacionales de 2022
1. La peor persona del mundo de Joachim Trier
2. Licorice Pizza de Paul Thomas Anderson
3. Drive My Car de Ryûsuke Hamaguchi
4. Un héroe de Asghar Farhadi
5. Aftersun de Charlotte Wells
6. Apolo 10 1/2 de Richard Linklater
7. Top Gun: Maverick de Joseph Kosinski
8. Elvis de Baz Luhrman
9. Armageddon Time de James Gray
10. Close de Lukas Dhont
11. ¡Nop! de Jordan Peele
12. Todo a la vez en todas partes de Dan Kwan y Daniel Scheinert
13. La isla de Bergman de Mia Hansen-Love
14. Blonde de Andrew Dominik
15. Mass de Fran Kranz
Las mejores películas españolas de 2022
1. Alcarràs de Carla Simón
2. Pacifiction de Albert Serra
3. Un año, una noche de Isaki Lacuesta
4. Modelo 77 de Alberto Rodríguez
5. As bestas de Rodrigo Sorogoyen
6. Suro de Mikel Gurrea
7. La consagración de la primavera de Fernando Franco
8. Girasoles silvestres de Jaime Rosales
9. Unicorn Wars de Albert Vázquez
10. Camera Café, la película de Ernesto Sevilla
11. Cinco lobitos de Alauda Ruiz de Azua
12. La maternal de Pilar Palomero
13. El agua de Elena López Riera
14. Mantícora de Carlos Vermut
15. Voy a pasármelo bien de David Serrano
Las mejores series de 2022
1. Separación de Dan Erickson
2. Better Call Saul de Vince Gilligan y Peter Gould
3. La ciudad es nuestra de David Simon y George Pelecanos
4. Dhamer de Ryan Murphy y Ian Brennan
5. Barry de Alec Berg y Bill Hader
6. El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, de Guillermo del Toro
7. El Pacificador de James Gunn
8. Euphoria de Sam Levinson
9. Afterlife de Ricky Gervais
10. Apagón de Fran Araújo
EO -MALTRATO ANIMAL
La estupenda Eo del polaco Jerzy Skolimowski es una obra claramente inspirada en el clásico Al azar, Baltasar (1966) del maestro Robert Bresson, considerada una de las mejores películas de todos los tiempos. Ambas obras comparten premisa, un burro sirve de excusa para mostrar diversas historias humanas, ideas y temas, pero poco más. El planteamiento estilístico y sobre todo, el punto de vista narrativo, cambia completamente. En la película de Bresson, el animal se convierte en una suerte de santo que recibe en su cuerpo de bestia de carga todos los pecados de la humanidad y acaba muriendo como un mártir. El burro de Skolimowski, Eo, también sufre lo suyo y me parece que el polaco lo utiliza como contraste: la pureza de la naturaleza, la nobleza animal, se contrapone a una serie de retratos en los que el género humano no sale bien parado. Eo es también una road movie que sigue las desventuras del burro por diversos paisajes -estupendamente retratados por un equipo de tres directores de fotografía coordinados por Michal Dymek- que además va pasando de dueño en dueño. Una sucesión de escenas en las que nos hablan del maltrato que sufren los animales y también de la violencia entre los propios seres humanos, la del racismo, la xenofobia y el extremismo. En muchos momentos la película se acerca al documental, casi no tiene diálogos y Skolimowski juega con las imágenes y la música, en una línea experimental que recuerda a la seminal El hombre de la cámara (1929) y sus herederas, como Koyaanisqatsi (1982) o incluso a los momentos psicodélicos de 2011: Una odisea del espacio (1968). Eo es una maravillosa experiencia cinematográfica que demuestra que el cine no necesita una historia para emocionar, sorprender y transmitir mensajes.
AVATAR: EL SENTIDO DEL AGUA -EL IMPERIO CONTRAATACA
AFTERSUN -MEMORIA REVELADA
EL PEQUEÑO NICOLÁS -INFANCIA Y NOSTALGIA
En 1959, el guionista René Goscinny -creador de Asterix- y el dibujante Jean-Jacques Sempé trajeron al mundo al pequeño Nicolás, entrañable personaje de la literatura infantil, muy popular en Francia, que ha traspasado fronteras y generaciones. Protagonista de 5 libros -y varios más tras la muerte de Goscinny- el personaje salta de nuevo a la pantalla grande -hay un par de películas de acción real y una serie animada- en una preciosa adaptación que no solo nos cuenta las deliciosas aventuras del pequeño, su familia y sus amigos, sino que narra también quiénes son Goscinny y Sempé y nos muestra cómo crearon al personaje. La película, dirigida por Amadine Fredon y Benjamin Massoubre, es una obra luminosa que produce un agradable calorcillo en el corazón. Os reto a verla sin una sonrisa en la cara. Por un lado se nos cuenta la historia de los dos artistas, que es la de una hermosa amistad y la de dos tipos apasionados por su trabajo, y que también es el retrato nostálgico de una época, la de esos años sesenta en el París pop de la Nouvelle Vague. Y de la mente y la pluma de los dos autores van saliendo breves estampas de vida cotidiana, la del pequeño Nicolás al que veremos con su familia, con su pandilla en el colegio y hasta con alguna niña, e incluso en una escapada veraniega. Todo con un tono de humor costumbrista que se vale de la perspectiva infantil para hacernos reír sin remedio. También soltaremos alguna lagrimilla, cuando la película afronta el siempre difícil tema de la muerte, mostrándonos cómo, necesariamente, todo tiene un final, aunque los amigos vivan siempre en el recuerdo y las grandes obras, como El pequeño Nicolás no envejezcan.
PINOCHO DE GUILLERMO DEL TORO -SIN HILOS
MANTÍCORA -EL SUEÑO DE LA RAZÓN
MUNDO EXTRAÑO -PECADOS DE NUESTROS PADRES
Nada malo puede salir de una obra inspirada en Viaje al centro de la tierra y 20 mil leguas de viaje submarino de Julio Verne y Mundo extraño es pura aventura y sentido de la maravilla. Su inicio remite a eso mismo, a la novela de aventura, a la ficción pulp y al tebeo pre superhéroes. La animación, como siempre en Disney, es apabullante, colorida, con personajes de diseño cartoon, pero texturas y efectos de luz hiperrealistas. Un entretenimiento perfecto para toda la familia, al que le falta, sen mi opinión, un punto de verdadera inspiración para convertirse en uno de esos favoritos que se ven en casa una y otra vez. Y es que últimamente Disney antepone el mensaje a la forma. En Mundo extraño la aventura es una mera excusa para presentar un conflicto familiar entre padres e hijos que enfrenta a tres generaciones. La primera, representada por el espíritu explorador que busca expandir sin descanso las fronteras, es el aventurero con la voz de Dennis Quaid, la segunda es la pragmática, que busca el bienestar a pesar del coste ecológico -ese granjero con voz de Jake Gyllenhaal- y por último, una tercera generación, más tolerante y abierta, que solo busca el equilibrio. Personalmente tengo que afearle a la película que se preocupe menos de entretenernos con la aventura, que de dejar claro estos temas y que incluso se moleste en crear una secuencia, cuando abuelo, padre, e hijo participan en un juego de mesa, para dejar su mensaje diáfanamente claro -incluida la ausencia de villano en el relato-. La idea de la culpa que lleva sobre sus hombros la generación anterior por el mundo que le va a dejar a los jóvenes está muy presente en Disney desde Frozen 2 (2019), pasando por Raya y el último dragón (2021) y hasta esta Mundo extraño, pero quizás su exponente más pulido y exitoso sigue siendo Encanto (2021), que sí consigue trascender su subtexto a fuerza de carisma y música.
SURO -VIVIR EN EL CAMPO
QUÉ GRANDE ERA EL CINE
¿Merece Jeanne Dielman ser considerada, al menos durante esta década, como la mejor de todos los tiempos? La pregunta debería ser ¿Por qué no? La sola idea de comparar películas es absurda. La idea de una lista es, por tanto, también absurda. Lo que tiene de bueno una lista como esta es que la gente que sabe de cine, que se dedica a ello, nos descubre cintas que, los que sabemos mucho menos, no conocíamos de nada. Lo importante de una lista como la de Sight and Sound es que nos haya hecho buscar -y rebuscar- esa 'nueva' mejor película de todos los tiempos, que sigue estando olvidada, sin editar e inaccesible. No nos engañemos: las mujeres han tenido históricamente menos acceso a la profesión de cineasta, un agravio histórico irreparable que las colocará siempre por detrás de pioneros como Griffith, Murnau, Ford o Hitchcock. Pero eso no quiere decir que las directoras que han venido después, abriéndose camino contra todo tipo de dificultades y prejuicios, no tengan algo interesante que decir. Nadie ha dicho que Chantal Akerman sea mejor que Kubrick, pero ¿Por qué no puede haber hecho una obra, aunque sea una sola, a la altura de las obras maestras del autor de 2001: Una odisea del espacio -mi favorita de todos los tiempos, por cierto-? Me he tomado la molestia de buscar la película Jeanne Dielman -no me ha quedado más remedio que recurrir a la descarga ilegal, lo siento- y he descubierto una obra prácticamente perfecta. Akerman, influida por la estética pop y el espíritu contestatario y anticonsumista de Jean-Luc Godard, por la voluntad experimental de Andy Warhol y por la pintura de Edward Hopper, nos muestra la vida cotidiana de una mujer, de una madre (Delphine Seyrig), en una película de mirada fría y quirúrgica, despojada casi completamente de los típicos giros dramáticos de la ficción. Jeanne Dielman se parece más a una videoinstalación de museo que a Casablanca -que también está en la lista de Sight and Sound-. Y aunque parece que no nos están contando nada cuando vemos a Jeanne empanar unos filetes para su hijo, si sabemos mirar, si queremos y hacemos un pequeño esfuerzo, descubriremos un retrato magistral de la situación de una mujer, de sus relaciones con los hombres, de los roles que le impone la sociedad -en este caso belga, pero extensible a todo occidente- de aquella época. La película, forjada en pequeñas acciones sin importancia se convierte, por acumulación, en una reflexión existencial y en una rabiosa denuncia de la represión social hacia las mujeres que, lamentablemente, sigue vigente. Y todo esto convierte, quizás, a esta película en la mejor de todos los tiempos en reflejar las preocupaciones actuales, las de nuestro tiempo.