MEMORY -UNA HISTORIA INOLVIDABLE


Dice el director mexicano Michel Franco que la semilla de
Memory (2024) es una escena misteriosa: tras el reencuentro de ex alumnos de un instituto, un hombre sigue a una mujer hasta su casa y pasa la noche delante de la fachada. ¿Quiénes son esos personajes? Lo que une a Sylvia (Jessica Chastain) y a Saul (Peter Sarsgaard) es su relación con la memoria. Ella está atrapada en su pasado, es incapaz de olvidar y por lo tanto no consigue superar sus traumas y miedos, que proyecta sobre su hija adolescente (Brooke Timber). Él, por el contrario, tiene problemas para recordar lo que que ha vivido y se está buscando a sí mismo. A partir de esa premisa, dice Franco que se embarcó en el proceso creativo de revelar quiénes son sus protagonistas, una sensación que se traslada a la película cuya clave narrativa es descubrir también qué mueve a Sylvia y Saul, fantásticamente interpretados por Chastain y Sarsgaard -este último, ganador del premio a la mejor interpretación en el Festival de Venecia-. La narración se compone de pequeños momentos íntimos y de grandes elipsis que obligan al espectador a estar en guardia en todo momento. Las revelaciones constantes nos hacen replantearnos la historia a cada instante. Memory es un drama emocionante, con momentos preciosos, que toca temas sociales importantes, pero que sobre todo dibuja el conflicto entre el individuo y el grupo social. Saul y Sylvia chocan con sus respectivos entornos familiares, un tema recurrente en los últimos films de Franco -Nuevo orden (2020) y Sundown (2021)- en los que el drama personal produce fricciones con las expectativas familiares y de clase. En este sentido destacan los personajes de reparto interpretados por Jessica Harper y Merritt Wever, ambas estupendas. La gran virtud de Memory es la sencillez de su planteamiento como película y cómo nos introduce en las vidas de estos personajes sin excesos dramáticos ni grandes despliegues. Franco prefiere plantar las semillas en la mente del espectador y que estas germinen luego en nuestras cabezas.

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