La lucha por la custodia de los hijos es el tema central de películas tan diferentes como Custodia compartida (2017) o Historia de un matrimonio (2019). En Charter la directora noruega Amanda Kernell habla también este tema tan espinoso, pero con el riesgo añadido de plantear un secuestro parental, en este caso, el de una madre que busca recuperar a sus dos hijos ante la amenaza de un supuesto maltrato del padre. El asunto es complicado y lamentablemente el campo de batalla de la eterna batalla ideológica entre la (extrema) derecha y la izquierda (radical), enfrentadas en acusaciones de machismo o feminismo (radical). Un debate que poco aporta al drama real de las personas implicadas. Kernell nos muestra a su protagonista, Alice -estupenda Ane Dahl Torp- en planos generales, recortada sobre amplios paisajes, para expresar la soledad de este personaje que, en su lucha por proteger a sus niños, será cuestionada, perseguida, acusada de sufrir un desequilibrio mental. La batalla de Alice no será únicamente en contra de una sociedad que prefiere no implicarse, sino que también luchará para ganarse el cariño perdido de sus hijos, severamente dañados psicológicamente por un divorcio tóxico. Alice escapará de Noruega a Tenerife, pero incluso allí la perseguirán sus problemas. Drama doloroso sobre la fractura del amor de una familia, que en algunos momentos se convierte en un tenso thriller, Charter no justifica las acciones de su protagonista, pero tampoco la juzga, ni carga las tintas sobre los supuestos 'malos' de esta película. Un ejercicio cinematográfico emocionante sobre un drama humano cotidiano.
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