HOMELAND -TEMPORADA 4- HALFWAY TO A DONUT


HALFWAY TO A DONUT (9 NOVIEMBRE)

He aceptado ya que Homeland es un folletín en el que importa más que ocurran muchas cosas para mantenernos enganchados que el que esas cosas sean verosímiles o coherentes. En la cuarta temporada encuentro que este afán lleva a los guionistas a crear caminos con muchas curvas que no llevan a ningún destino. Por ejemplo, en los últimos episodios hemos sido testigos de un plan para destruir a Carrie Mathison (Claire Danes). El método elegido es, como poco, rebuscado. Dennis Boyd (Mark Moses), marido de la embajadora americana, es chantajeado por la inteligencia Paquistaní. Su misión es entrar en casa de Carrie y cambiar su medicación para provocar que sucumba a sus trastornos mentales. Carrie acaba alucinando, disparando a la gente con el dedo y hablando con Nicholas Brody (Damien Lewis). Loca perdida. Si bien la tensión y el peligro van en aumento -AVISO SPOILERS- Carrie se salva gracias a la ayuda de Aasar Khan (Raza Jeffrey) un militar paquistaní. Es decir, Carrie recibe ayuda del mismo enemigo que le tendió la trampa. El único objetivo de todo esto parece ser el de establecer a Khan como un posible aliado de Carrie. Y siendo esto Homeland ya me estoy temiendo que la alianza acabe en algo más.


Hay otra subtrama todavía más enrevesada. En el episodio From A to B and back again (cuyo título parece un resumen de una trama cualquiera de la serie) Carrie está a punto de matar a un secuestrado Saul (Mandy Patinkin), pero la detienen sus propios compañeros. Loca perdida. Posteriormente Saul escapa de sus captores -en plan El Conde de Montecristo- se hace con un teléfono móvil, llama a Carrie y le pide que le mate si vuelve a ser capturado. Por un momento pensamos que ella será capaz de hacerlo realmente. Pero Homeland no tiene interés en explorar una decisión moral como esa. El objetivo de los creadores de la serie es que ocurran muchas cosas: Carrie evita que Saul se suicide, le promete la salvación y le lleva directamente a los brazos de sus captores para salvarle la vida. Esto camina peligrosamente en el filo de lo incoherente. Pero cuidado, porque los guionistas se sacan de la manga una idea que lo justifica todo y que tiene su interés. Carrie tiene un diálogo que parece ser una declaración de intenciones, el resumen del espíritu de esta ficción sobre la lucha contra uno de los grandes males de occidente: la lucha contra el terrorismo es una guerra eterna. Carrie sabe que nunca ganaran, porque han creado un mundo -el del espionaje- en el que no hay decisiones correctas.

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