NIGHT FINDS YOU (27 DE JUNIO DE 2015) -AVISO SPOILERS-
Night finds you es una pequeña historia sobre la desesperación. Los personajes de esta temporada de True Detective son seres sin esperanza. Porque saben esa verdad que permanece velada para el resto: que vivimos en un universo frío carente de sentido. Esas estrellas que brillan en el cielo nocturno ante la mirada vacía de Paul (Taylor Kitsch) no son hermosas, sino la aterradora prueba de nuestra insignificancia. De que nuestros dramas, no tienen importancia.
Night finds you es una pequeña historia sobre la desesperación. Los personajes de esta temporada de True Detective son seres sin esperanza. Porque saben esa verdad que permanece velada para el resto: que vivimos en un universo frío carente de sentido. Esas estrellas que brillan en el cielo nocturno ante la mirada vacía de Paul (Taylor Kitsch) no son hermosas, sino la aterradora prueba de nuestra insignificancia. De que nuestros dramas, no tienen importancia.
Vivimos en mundo cruel poblado por seres sin empatía que se rigen por las reglas del puro egoísmo. Como el padre de Frank (Vince Vaughn), que siendo éste un niño, le dejaba encerrado en el sótano para irse de juerga. Semejante experiencia ha dejado en el empresario -sin escrúpulos- una sensación de abandono que se renueva cada noche, cuando mira las humedades del techo de su lujosa casa.
A ninguno de los personajes de True Detective le importan una mierda los bienes -Frank asegura que nunca ha sabido qué hacer con su dinero- el reconocimiento -Paul no quiere un ascenso, quiere volver a su moto- o el poder: Ray Velcoro (Colin Farrell) no quiere ser jefe de policía. No quiere nada. Estos personajes sufren una náusea que les hace renunciar a todo. Sólo pretenden esperar hasta que todo acabe.
La extraña muerte de Ben Casper -me pregunto si se resolverá finalmente, o más bien, si importa realmente resolverla- significa algo para cada personaje: es la ruina económica para Frank; la oportunidad de evitar la expulsión de la policía para Paul, tras ser acusado de abusos por una mujer; la persecución de la sombra de su padre para Ani (Rachel MacAdams); o incluso el toparse con la muerte para Ray. Es su historia la más desesperanzada, plagada de excesos, de decepciones y de la pérdida de lo que más quiere: un hijo que ni siquiera es realmente suyo. Nic Pizzolatto puede parecer muy cruel con sus personajes, pero solo está siendo realista. La vida no es demasiado piadosa con la mayoría. Lo peor es que no hacemos más que aportar dolor a los desgraciados cuando decidimos mantenernos en el papel que nos han asignado en este teatro de la crueldad.
La muerte, onírica y por confirmar, de Ray a manos de un extraño sujeto tocado con una cabeza de cuervo negro es seca, despiadada, incómoda por inesperada, por surrealista, por inexplicable. True Detective es mi estado de ánimo habitual.
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