El título del episodio indica que estamos ante una guerra de todos contra todos, además de aludir a Ramona Royale (Angela Bassett). Liz Taylor (Dennis O´Hare) e Iris (Kathy Bates) comienzan el episodio pegando tiros y matando nada menos que a la Condesa (Lady Gaga). Pero obviamente el personaje no iba a desaparecer tan fácilmente. La vampira sobrevive, convierte su enfrentamiento final con Ramona Royale (Angela Bassett) en un encuentro sexual y muere -ahora sí- a manos de John Lowe (Wes Bentley) que completa así su colección de asesinatos inspirados en los 10 mandamientos. Con esto se puede decir que los guionistas cierran todas las tramas planteadas, uniendo las diferentes historias cuyo nexo es el hotel Cortez. Pero además, le dan al personaje de la Condesa un final -por ahora- más que digo. Convertida en fantasma, la vampira acaba condenada para toda la eternidad a vivir en el hotel acompañando a su constructor, James March (Even Peters).
Lady Gaga ha ganado un Globo de Oro por su interpretación en esta temporada de AHS, pero la verdad es que la mejor interpretación de Hotel se debe a Sarah Paulson, que en este capítulo protagoniza un nihilista flashback que es otra subtrama encapsulada. Incluso en el penúltimo capítulo, los guionistas siguen atreviéndose a contarnos nuevas pequeñas historias. Y eso me parece genial. Aquí desvelan que Sally fue una musa del grunge cuya afición a la heroína acabó con la vida de dos prometedores jóvenes cantantes. ¿A alguien más le recuerda esto a Courtney Love? La secuencia del trío sexual-drogadicto-gore que practica Sally con sus protegidos es verdaderamente desagradable, en la línea de la chunga, The Human Centipede (Tom Six, 2009). Sally era una -pervertida- figura maternal para la pareja de cantantes, lo que refleja, una vez más, el tema principal de esta temporada: la paternidad irresponsable. Así, vemos en este episodio cómo John Lowe intenta reunir de nuevo a su familia, con su hijo Holden (Lennon Henry) convertido en vampiro; a Iris llorando la perdida de Donovan (Matt Bomer); a la Condesa alimentándose de sus niños vampiros para volver a la vida.
Por último destacar la aparición especial de Queenie (Gabourey Sidibe), personaje de American Horror Story: Coven cuyo final conocemos aquí. Los poderes de la bruja -"Soy un muñeco vudú viviente"- permiten una escena tan sangrienta como graciosa, cuando Ramona Royale intenta comérsela. Esta serie es genial.
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