UN PAÍS LIBRE -LA ISLA MÍNIMA


En Un país libre (Free Country) el director Christian Alvart -Pandorum (2009)- ejecuta un efectivo remake de la estupenda La isla mínima (2014) de Alberto Rodríguez. Inteligentemente, la acción que tenía lugar en España durante la Transición, ocurre aquí en la Alemania recién unificada. Son períodos en los que las libertades todavía no han sido suficientemente ejercidas y los usos y costumbres de la represión y el fascismo siguen presentes. Aquí son los abusos autoritarios del estado comunista los que persiguen y ensombrecen a la pareja protagonista de policías -Felix Kramer y Trystan Pütter- encargados de investigar la muerte de dos chicas jóvenes y que acaban destapando una trama criminal de mucho mayor alcance. Con numerosos puntos en común también con True Detective -producida al mismo tiempo que la Isla mínima-, este thriller utiliza un sórdido escenario rural como marco para unos macabros asesinatos en una trama policial con trasfondo político. El asunto central es el lado oscuro del poder y de la autoridad, que quizás pueda mutar a formas democráticas, pero no por ello renunciará a su naturaleza depredadora. El mal seguirá existiendo, aunque tenga que camuflarse bajo nuevas formas. Creo que Alvart no alcanza la hondura del material original, ni dibuja tan bien a sus personajes, pero sí que consigue un film atmosférico y opresivo, aunque le falte algo de tensión.

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