Con intenciones completamente diferentes a la de la mayoría de las ficciones televisivas, Cardo no parece interesada en desarrollar una trama al uso, sino en plantear el estudio de un personaje, María, interpretada por una fantástica Ana Rujas. Ella es el centro de una historia que evita los giros y los típicos desarrollos argumentales -Cardo es una serie a prueba de spoilers- para enfocarse en un estado de ánimo vital, el de la mencionada protagonista, que probablemente trascienda el retrato personal para hablarnos de toda una generación. Disponible en Atresplayer Premium -plataforma que está demostrando una voluntad de riesgo digna de elogio- la serie creada por la propia Ana Rujas y la realizadora Claudia Costafreda -y producida por los 'Javis'- hace gala de la libertad temática y formal del cine independiente de autor. María es una treintañera desorientada, que no le encuentra sentido a la vida y que parece buscar de forma consecuente su propia autodestrucción. Alcohol, drogas y sexo son los paliativos que utiliza María para la agonía de la vida. Pero eso es solo el comienzo. Lo más interesante de la serie son los rebuscados mecanismos de María para joderse su propia existencia: liarse con las personas menos adecuadas, salir de marcha hasta morir, arriesgar la vida bajo los efectos de las sustancias y sobre todo, dar tumbos. No esperéis una historia de redención. María no encontrará la salvación en un trabajo, una pareja o siquiera ayudando a los demás. Mezclando el drama, la comedia de fino humor negro y la alucinación, seguimos los pasos de María en una ficción que se mueve entre el realismo costumbrista y la experimentación formal: la forma en la que introducen el título de la serie en cada episodio, las escenas en las que la subjetividad de María se apropia de la imagen plástica de cada plano, el recurso de la música de procesión de Semana Santa, que expresa, quizás, la búsqueda de María de una suerte de trascendencia a través del martirio. ¿Estamos ante una santa que se flagela con rayas con cocaína, sexo con extraños y culpa, mucha culpa? Cardo es una de las series del año.
CARDO -VIA CRUCIS
Con intenciones completamente diferentes a la de la mayoría de las ficciones televisivas, Cardo no parece interesada en desarrollar una trama al uso, sino en plantear el estudio de un personaje, María, interpretada por una fantástica Ana Rujas. Ella es el centro de una historia que evita los giros y los típicos desarrollos argumentales -Cardo es una serie a prueba de spoilers- para enfocarse en un estado de ánimo vital, el de la mencionada protagonista, que probablemente trascienda el retrato personal para hablarnos de toda una generación. Disponible en Atresplayer Premium -plataforma que está demostrando una voluntad de riesgo digna de elogio- la serie creada por la propia Ana Rujas y la realizadora Claudia Costafreda -y producida por los 'Javis'- hace gala de la libertad temática y formal del cine independiente de autor. María es una treintañera desorientada, que no le encuentra sentido a la vida y que parece buscar de forma consecuente su propia autodestrucción. Alcohol, drogas y sexo son los paliativos que utiliza María para la agonía de la vida. Pero eso es solo el comienzo. Lo más interesante de la serie son los rebuscados mecanismos de María para joderse su propia existencia: liarse con las personas menos adecuadas, salir de marcha hasta morir, arriesgar la vida bajo los efectos de las sustancias y sobre todo, dar tumbos. No esperéis una historia de redención. María no encontrará la salvación en un trabajo, una pareja o siquiera ayudando a los demás. Mezclando el drama, la comedia de fino humor negro y la alucinación, seguimos los pasos de María en una ficción que se mueve entre el realismo costumbrista y la experimentación formal: la forma en la que introducen el título de la serie en cada episodio, las escenas en las que la subjetividad de María se apropia de la imagen plástica de cada plano, el recurso de la música de procesión de Semana Santa, que expresa, quizás, la búsqueda de María de una suerte de trascendencia a través del martirio. ¿Estamos ante una santa que se flagela con rayas con cocaína, sexo con extraños y culpa, mucha culpa? Cardo es una de las series del año.
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