Hello Ladies (2013) es la serie de Stephen Merchant, cocreador junto al más popular Ricky Gervais, de la fundamental The Office (2001-2003) y de Extras (2005-2007) y de Life´s too short (2011-2013). Merchant se atreve ahora en solitario con una serie para HBO, y se apoya en dos guionistas, precisamente, de la versión americana de The Office (2005-2013): Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky. Interpreta, además, al protagonista de la serie, Stuart Pritchard, para el que aporta su peculiar físico: mide 2,01 metros.
El elemento común de todas las comedias de Gervais y Merchant es la vergüenza ajena. Sus personajes suelen hacer el ridículo en situaciones sociales cotidianas que no nos gustaría protagonizar por nada del mundo. Sus gags, muchas veces, no provocan la risa: más bien nos obligan a apartar la mirada, incómodos.
En la seminal The Office, el protagonista es un jefe que se cree gracioso, pero no lo es. En Extras, un par de figurantes buscan una oportunidad como actores "serios", pero siempre acaban haciendo el ridículo ante la estrella de cada capítulo, que de paso muestra su lado menos glamuroso. En Life´s too short, Warwick Davis intenta sacar tajada de su fama pasada como actor en la saga de Star Wars, pero siempre acaba humillado en situaciones políticamente incorrectas que suelen recordarnos que... es un enano.
De forma natural, Hello Ladies explora la que es sin duda la situación más vergonzosa a la que podemos enfrentarnos en sociedad: el cortejo, buscar pareja. Pero para hacerlo más complicado, Stuart es un tío poco agraciado y friki que se empeña en intentar ligar con modelos, o actrices. Encima, como la mayoría de los protagonistas de las series de Merchant y Gervais, es un tipo mezquino, egoísta, interesado, rácano y mentiroso. Pero a pesar de sus muchos defectos, es imposible no identificarnos con él cada vez que una rubia de infarto le da calabazas.
Y sentimos pena por Stuart Pritchard porque nosotros tampoco somos conscientes de nuestros defectos. Cómo él, nos gustaría irnos a la cama con una actriz. Y en el fondo le admiramos por intentarlo, y sobre todo por no sentirse culpable de ser tan superficial. Al fin y al cabo, ¿qué importa que una modelo sea "tonta" si de todos modos no conectas realmente con nadie? Nos gusta Stuart porque nosotros también acabamos cada capítulo de nuestra vida solos, y sin haber follado.
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