THE MAGICIAN (29 OCTUBRE)
Nyssa al Ghul (Katrina Law) de la Liga de los Asesinos amenaza con un arco y una flecha a Oliver Queen (Stephen Amell) para sacarle información sobre su antigua amante, Sara Lance (Caity Lotz). Al enterarse de su muerte, Nyssa adivina que Canario Negro ha muerto asesinada por una flecha. "¿Cómo lo sabes?" le pregunta Oliver, pero Nyssa ya se ha esfumado. La respuesta es sencilla: en el universo Arrow hay un 96% de probabilidades de morir de un flechazo. Por alguna razón, en Starling City casi todo el mundo, buenos y malos, van con arcos y flechas. Lo de las pistolas, al parecer, no les mola.
-AVISO SPOILERS-
En The Magician, a cada escena de acción en la que individuos disfrazados se enzarzan en un combate a muerte le sigue una breve pausa cotidiana en la que esos mismos personajes se sientan a tomar algo en un local de diseño. Esta alternancia es regla general en Arrow y aporta a la serie grandes dosis de humor involuntario. Los guionistas de esta tercera temporada ya no necesitan excusas para hacer avanzar la historia: tras su enfrentamiento con Oliver Queen, Nyssa visita la tumba de Sara y ¡por casualidad! se encuentra con Laurel Lance (Katie Cassidy) que está allí, llorando delante de la lápida de su hermana en mitad de la noche. Todo muy lógico. En la siguiente escena, Nyssa muestra su dolor por la muerte de Sara: pero ver a la actriz Katrina Law intentando llorar es la mejor demostración de que lo suyo es lucir las mallas que tan bien le quedan.
Arrow me gusta -un poco- cuando no intenta ser "seria" ni "dramática". Su vía debería ser la del exceso, como esos diálogos imposibles que suelta con pasión Malcolm Merlyn (John Barrowman) jurando que no mató a Sara y que ama -como padre- a Thea (Willa Holland). O ese momento en el que Malcolm huye de Arrow y es alcanzado en el hombro por una de sus flechas. Merlyn comprueba que el proyectil sólo le ha rozado y sonríe como un loco.
-AVISO SPOILERS-
En The Magician, a cada escena de acción en la que individuos disfrazados se enzarzan en un combate a muerte le sigue una breve pausa cotidiana en la que esos mismos personajes se sientan a tomar algo en un local de diseño. Esta alternancia es regla general en Arrow y aporta a la serie grandes dosis de humor involuntario. Los guionistas de esta tercera temporada ya no necesitan excusas para hacer avanzar la historia: tras su enfrentamiento con Oliver Queen, Nyssa visita la tumba de Sara y ¡por casualidad! se encuentra con Laurel Lance (Katie Cassidy) que está allí, llorando delante de la lápida de su hermana en mitad de la noche. Todo muy lógico. En la siguiente escena, Nyssa muestra su dolor por la muerte de Sara: pero ver a la actriz Katrina Law intentando llorar es la mejor demostración de que lo suyo es lucir las mallas que tan bien le quedan.
Arrow me gusta -un poco- cuando no intenta ser "seria" ni "dramática". Su vía debería ser la del exceso, como esos diálogos imposibles que suelta con pasión Malcolm Merlyn (John Barrowman) jurando que no mató a Sara y que ama -como padre- a Thea (Willa Holland). O ese momento en el que Malcolm huye de Arrow y es alcanzado en el hombro por una de sus flechas. Merlyn comprueba que el proyectil sólo le ha rozado y sonríe como un loco.
Por último decir que Nyssa al Ghul es la hija de Ra´s al Ghul, uno de los enemigos de Batman más importantes. En Batman Begins (Christopher Nolan, 2005) -AVISO SPOILERS- el personaje fue interpretado Liam Neeson y en la secuela, El caballero oscuro: la leyenda renace (2012), su hija Talia al Ghul era Marion Cotillard. En este capítulo de la serie descubrimos el rostro que interpreta ahora a Ra´s al Ghul: Matt Nable, un exjugador de rugby, lo que puede dar pistas de sus dotes interpretativas. Bienvenido a Arrow.
CAPÍTULO ANTERIOR: CORTO MALTÉS
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