Supergirl puesta en el inicio de esta segunda temporada por un tema de fondo que mezcla lo social y la ciencia ficción: los extraterrestres -marginados- que viven entre nosotros. Estos aliens son asimilables a las minorías, los inmigrantes y los refugiados de la vida real. Este tema de fondo es interesante porque evita que la serie sea únicamente una sucesión de peleas contra villanos -que las hay- y peripecias románticas -que también las hay-. Así, los guionistas relacionan todo lo que ocurre en la historia con este tema central. Se introduce por ejemplo a Mon-El (Chris Wood) del planeta Daxam, personaje creado en los cómics nada menos que en 1961 y que pertenece a la Legion de Super-Héroes, grupo de justicieros del siglo XXX al que esta serie -y The Flash- ha hecho ya algún guiño. Este nuevo personaje es también extraterrestre y su mundo ha sido destruido, por lo que refleja claramente los conflictos de la protagonista, Kara (Melissa Benoist). Mon-El se perfila como interés romántico de la heroína, ahora que parece que James Olsen (Mehcad Brooks) está demasiado ocupado ejerciendo de jefe: aquí se enfrenta al nuevo editor, Snapper Carr (Ian Gomez). Otro que tal es J'onn J'onzz (David Harewood): el marciano, en el cliffhanger de este episodio, descubre que no es el último de su mundo al conocer a M'gann M'orzz (Sharon Leal), personaje creado en 2006 en los tebeos. Aquí también se puede oler que habrá romance. Otro nuevo personaje es nada menos que la presidenta de Estados Unidos -la serie se adelanta a la elección de Hilary Clinton-. El personaje es una variación de la senadora Miranda Crane (Tawny Cypress) que apareciera en la primera temporada, aunque ésta parece estar de parte de los extraterrestres. Un brillo en sus ojos nos hace pensar, desde el primer momento, que la presidenta Olivia Marsdin no nació en la Tierra. Con esto, volvemos a tener sobre la mesa el tema del control gubernamental de los extraterrestres, o lo que es lo mismo, de los superhéroes. Es el tema central de Watchmen (1986) o de Capitán América: Civil War (2016). Pero lo más importante es que la actriz que interpreta a la presidenta es Lynda Carter, la que fuera Wonder Woman en la serie televisiva de finales de los años setenta. Hay un divertido guiño a dicha serie cuando Supergirl gira sobre sí misma para extinguir el fuego de su enemiga -la extraterrestre Scorcher (Nadine Crocker)-: recordemos que Diana Prince se transformaba en Wonder Woman girando como una peonza. Paralelamente, Kara sigue con su carrera como periodista y se enfrenta -amigablemente- a Lena Luthor (Katie McGrath), que ha desarrollado un dispositivo para identificar extraterrestres. Por último, aparece otro nuevo personaje, Maggie Sawyer (Floriana Lima) una agente de policía especializada en aliens: tanto, que se ha liado con ellos. Mejor dicho, con ellas. Maggie le enseña a Alex (Chyler Leigh) los bajos fondos extraterrestres de National City. La tensión sexual entre las dos mujeres es bastante clara, por cierto, cosa que aplaudo.
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