BURY ME HERE (12 DE MARZO DE 2017) -AVISO SPOILERS-
En una narrativa convencional, digamos occidental, aristotélica, no hay muchas formas de plantear una historia. Básicamente, hay un conflicto que acaba resolviéndose. En esta séptima temporada de TWD el conflicto está clarísimo: un grupo, los Salvadores, somete a varias comunidades, por lo que tarde o temprano -más bien tarde- habrá un enfrentamiento bélico. El interés de toda historia no es tanto alcanzar ese clímax, más o menos predecible, sino lo que nos cuentan hasta llegar a él. En este temporada, una de las comunidades amenazadas es el llamado Reino. Hemos presenciado, al menos, tres encuentros entre los hombres del rey Ezekiel (Khary Payton) y los Salvadores durante lo que va de esta séptima entrega. En cada uno de esos encuentros, hay una tensión tremenda por la posibilidad de que estalle la violencia entre ambos grupos. Pero eso nunca ocurre, lo que resulta frustrante. Aquí, volvemos a presenciar no uno, sino dos encuentros, entre ambas comunidades y, como era de esperar, no se produce el enfrentamiento. ¿Cuántas veces nos tienen que contar la misma situación hasta que nos parezca repetitiva? Al final de este episodio, Ezekiel dice, por fin, que hay que luchar. Pero matiza: hoy no. Obviamente, la lucha ocurrirá en el último episodio de la temporada... o quizás en el primero de la octava. No sorprende a nadie, a estas alturas, que el mayor defecto de The Walking Dead es dar demasiados rodeos. Incluso los progresos argumentales, que los hay en este capítulo, parecen apagados: Morgan (Lennie James) rompe su código moral y mata; un personaje relativamente importante, Benjamin (Logan Miller), encuentra su destino; también se cierra la subtrama de Richard (Karl Makinen) y su conspiración para provocar la lucha; finalmente, Carol (Mellisa McBride) descubre la verdad, abandona su aislamiento. Para provocar nuestro interés, hay dos misterios en esta historia, más o menos atractivos: el primero, ¿por qué alguien se tomaría la molestia de movilizar un camión para transportar un solo melón? Y ¿Quién ha cavado su propia tumba?
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