EL CHICO Y LA GARZA -LIBERTAD
Lo más maravilloso de El chico y la garza (2023) es la libertad creativa que demuestra esta película. Quiero imaginar que, al menos Hayao Miyazaki, es un tipo que puede plantear sus ideas sin que un comité -sean los ejecutivos de un estudio, los guionistas de una serie o tus compañeros de trabajo- le hayan dicho que no se puede hacer una película así. Que nadie le haya preguntado por qué meter a un hombre narigudo dentro de una garza, o por qué el espectador medio tiene que entender que un juego de construcción puede ser la metáfora del universo. Gracias al poder y prestigio de Miyazaki, podemos asistir a un espectáculo de animación que es pura imaginación. Nos puede gustar o no la propuesta. Podemos quedarnos dormidos a mitad de la película. Incluso podemos no entender nada y pedir explicaciones por esa necia necesidad de comprenderlo todo. Pero tenemos que agradecer que, al menos él, puede hacer lo que le da la gana. Y el resultado es precioso. El protagonista es un chico de 12 años, Mahito, que sufre la pérdida de su madre, el horror de una guerra, la ausencia de su bienintencionado padre, la incertidumbre de mudarse a una nueva vida. Y como le ocurre a Alicia con el conejo, a Mahito se le aparece una garza que lo llevará a entrar en el país de las maravillas. Un viaje fantástico lleno de sorpresas y situaciones surrealistas que nos harán pensar y maravillarnos ante un despliegue de belleza visual. Miyazaki, a sus 82 años, no pierde fuerza: sus obras animadas van de un realismo minucioso a lo fantástico, haciendo que lo imposible parezca cotidiano. La película está llena de momentos extraordinarios desde el principio: Mahito vive un terrible incendio y la animación se torna expresionista; el primer contacto con la garza es un momento de terror puro; el ataque de los hambrientos pelícanos o la llegada al reino de los periquitos son delirantes. Miyazaki firma una gran obra, que puede resumir todo lo que ha hecho previamente, y que sería la extraordinaria despedida de un gran artista, con la libertad para expresarse.
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