THIS BALL OF MUD AND MEANNESS (14 DE MARZO DE 2016) -AVISO SPOILERS-
Gotham es una serie que te obliga a aceptar que el fiel mayordomo Alfred Pennyworth (Sean Pertwee) es lo bastante tonto como para encararse a una pandilla de maleantes acompañado de un niño, Bruce Wayne (David Mazouz). Una vez aceptamos inconsistencias como esta, es posible incluso pasar un rato entretenido con alguno de los episodios de esta ficción sobre la urbe que Batman protegerá en un futuro cada vez más lejano. Este capítulo se beneficia de concentrar su historia en la búsqueda de venganza de Wayne, que sigue la pista de Matches Malone (Michael Bowen), el (supuesto) asesino de sus padres. Sorprende que se aborde un tema tan importante, que sostiene todo el mito del hombre murciélago, de una forma tan expeditiva. En un solo episodio, Bruce Wayne encuentra al objeto de su venganza y decide no matarle. Uno de los pilares de la moral del superhéroe creado por Bob Kane es no matar, algo de lo que Zack Snyder parece haberse olvidado en su versión -muy válida- del personaje. Luego, Matches Malone se quita la vida sin ayuda de nadie, por lo que, para Bruce, sus padres ya pueden descansar en paz. ¿Cómo modificará este hecho la sed de justicia del futuro Batman?. En principio, el joven seguirá su cruzada para proteger su ciudad. Antes, hemos visto cosas interesantes. La pelea de Alfred a puñetazos con Cupcake (Jamar Greene), líder de los mutantes -un guiño a El regreso del caballero oscuro (1986) de Frank Miller- es resuelta con humor. Alfred luego acaba en el hospital, una excusa fácil para que Wayne siga solo su venganza. Por otro lado, mola el encuentro con Jeri (¡Lori Petti!) una mezcla de Harley Quinn y Siouxsie and the banshees, muy punk. También está bien el enfrentamiento con el propio Matches Malone, un asesino a sueldo que espera la muerte y que resulta ser un personaje sorprendentemente interesante, aunque desaprovechado por su muerte prematura. Wayne decidirá luego irse a vivir a las calles con Selina (Camren Bicondova) en un epílogo que casi podría conectar con Batman Begins (Christopher Nolan, 2005). Dos subtramas se añaden a esta historia principal y ambas se ocupan de los grandes villanos de Gotham. El Pinguino (Robin Lord Taylor) protagoniza su propia versión de La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971) en el manicomio de Arkham, a manos de Hugo Strange (BD Wong) que enseguida le considera "curado" y le deja en libertad. Por otro lado, James Gordon (Ben McKenzie) investiga la muerte de la señorita Kringle (Chelsea Spack), lo que le coloca en el punto de mira de Edward Nygma (Cory Michael Smith), que dibuja aquí su primer signo de interrogación. Por fin.
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