La figura del psicópata se convirtió en un enigma insondable con la magistral Zodiac (2007) de David Fincher, que no hablaba solo de la imposibilidad de llegar a la verdad última en cuanto a la resolución de un crimen, sino también sobre el enigma irresoluble sobre las razones que mueven al asesino en serie. Fincher pasó a explorar entonces, con la estupenda Mindhunter, cómo afecta esa maldad pura del psicópata al policía que le persigue, ese que, como trabajo diario, debe enfrentarse a horribles crímenes y al vacío que producen tantas muertes sin sentido. En Pequeños detalles, el director y guionista John Lee Hancock -The Highwaymen (2019)- propone un planteamiento similar al presentarnos a un exdetective, Joe 'Deke' Deacon, cuya vida y carrera policial acabaron destruidas por su obsesiva persecución de un asesino de mujeres. Este personaje crepuscular tiene su reflejo en un joven y prometedor detective, Jim Baxter, que representa los nuevos métodos de investigación, más profesionales y científicos, en oposición a la intuición y la experiencia vital de la 'vieja escuela'. A estos dos personajes se opone un enigmático y muy inquietante sospechoso, Albert Sparma, una suerte de aprendiz de Charles Manson. El guión de Hancock se mueve siempre en la ambigüedad, tanto sobre los crímenes que presenciamos, como sobre si los personajes son positivos o negativos. Una ambigüedad moral es que la mayor virtud de una historia de corte clásico que sigue una investigación policial al uso, pero que esconde secretos relacionados con el pasado de los personajes. Giros de guión que provocan constantes relecturas de lo que estamos viendo y obligándonos a cuestionar si los personajes actúan correctamente, o si se equivocan fatalmente. El protagonista, 'Deke', está fantásticamente interpretado -como es habitual- por el competente Denzel Washington, capaz de inyectarle veracidad a un personaje que es un puro arquetipo cinematográfico. Más complicado he tenido comulgar con el joven Baxter, al que da vida el siempre interesante Rami Malek, cuyo peculiar rostro no sé si es el adecuado para un policía eficiente, recto, profesional y además, un perfecto padre de familia. Por último, Jared Leto como el sospechoso Sparma está muy divertido, a veces pasado de rosca, pero también perturbador. Este trío principal está rodeado de excelentes secundarios como Chris Bauer y Michael Hyatt, que redondean un cinta bien dirigida, escrita e interpretada, con una atmosférica banda sonora de Thomas Newman. Pequeños detalles es un film que respira como el viejo Hollywood, una cinta que no pasará a la historia del cine con letras mayúsculas, pero que tampoco defrauda. Resaltemos su amargo poso de cine negro puro.
PEQUEÑOS DETALLES -OBSESIÓN POR EL MAL
La figura del psicópata se convirtió en un enigma insondable con la magistral Zodiac (2007) de David Fincher, que no hablaba solo de la imposibilidad de llegar a la verdad última en cuanto a la resolución de un crimen, sino también sobre el enigma irresoluble sobre las razones que mueven al asesino en serie. Fincher pasó a explorar entonces, con la estupenda Mindhunter, cómo afecta esa maldad pura del psicópata al policía que le persigue, ese que, como trabajo diario, debe enfrentarse a horribles crímenes y al vacío que producen tantas muertes sin sentido. En Pequeños detalles, el director y guionista John Lee Hancock -The Highwaymen (2019)- propone un planteamiento similar al presentarnos a un exdetective, Joe 'Deke' Deacon, cuya vida y carrera policial acabaron destruidas por su obsesiva persecución de un asesino de mujeres. Este personaje crepuscular tiene su reflejo en un joven y prometedor detective, Jim Baxter, que representa los nuevos métodos de investigación, más profesionales y científicos, en oposición a la intuición y la experiencia vital de la 'vieja escuela'. A estos dos personajes se opone un enigmático y muy inquietante sospechoso, Albert Sparma, una suerte de aprendiz de Charles Manson. El guión de Hancock se mueve siempre en la ambigüedad, tanto sobre los crímenes que presenciamos, como sobre si los personajes son positivos o negativos. Una ambigüedad moral es que la mayor virtud de una historia de corte clásico que sigue una investigación policial al uso, pero que esconde secretos relacionados con el pasado de los personajes. Giros de guión que provocan constantes relecturas de lo que estamos viendo y obligándonos a cuestionar si los personajes actúan correctamente, o si se equivocan fatalmente. El protagonista, 'Deke', está fantásticamente interpretado -como es habitual- por el competente Denzel Washington, capaz de inyectarle veracidad a un personaje que es un puro arquetipo cinematográfico. Más complicado he tenido comulgar con el joven Baxter, al que da vida el siempre interesante Rami Malek, cuyo peculiar rostro no sé si es el adecuado para un policía eficiente, recto, profesional y además, un perfecto padre de familia. Por último, Jared Leto como el sospechoso Sparma está muy divertido, a veces pasado de rosca, pero también perturbador. Este trío principal está rodeado de excelentes secundarios como Chris Bauer y Michael Hyatt, que redondean un cinta bien dirigida, escrita e interpretada, con una atmosférica banda sonora de Thomas Newman. Pequeños detalles es un film que respira como el viejo Hollywood, una cinta que no pasará a la historia del cine con letras mayúsculas, pero que tampoco defrauda. Resaltemos su amargo poso de cine negro puro.
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