LA GUERRA DEL MAÑANA -EL CINE ACTUAL


La guerra del mañana
es en mi opinión un perfecto ejemplo del cine comercial actual. Una superproducción de ciencia ficción -olvidad el concepto de telefilm- pensada para la pantalla grande, que se estrena en una plataforma doméstica, como Amazon Prime Video, por culpa de la pandemia. Un plano de la película hace evidente que fue diseñada para las salas de cine: cuando todavía no hemos visto a los enemigos de los protagonistas, estos se reflejan en las gafas de uno de los personajes para ofrecer un pequeño atisbo de cómo son, se supone que apenas debemos intuirlos pero en mi televisor de 55 pulgadas directamente no se ve nada. El otro rasgo de esta película dirigida por Chris McKay -Batman: La Lego película (2017)- es que no se sabe cuál es su público objetivo. El film se presenta como una cinta para mayores de 16 años y su premisa, desde luego, parece sombría: en el futuro se está librando una guerra, perdida de antemano, que obliga a reclutar soldados en el presente. La forma en la que la historia presenta el destino, la muerte y un futuro apocalíptico inevitable, parece material adecuado para una obra densa y madura. No es así. La guerra del mañana es entretenimiento apto para toda la familia, a pesar de ciertos excesos de violencia y sangre. El propio casting nos da una buena muestra de ello: protagoniza el divertido Chris Pratt, al que conocemos de exitosas franquicias para todos los públicos como Guardianes de la Galaxia y Jurassic World. La película tiene mucho humor y acaba eligiendo como conflicto principal la relación entre el personaje interpretado por Pratt y su hija, en una trama tierna y de buenos sentimientos. Como tantas otras, he visionado La guerra del mañana pensando que mi hijo de 7 años podría haber visto sin mayores problemas este entretenimiento para 'adultos'. Mucha acción, grandes efectos especiales, un diseño de criaturas muy chulo, aunque reiterativo, y un buen reparto -Yvonne Strahovski, J.K. Simmons, Betty Gilpin- completan el conjunto, que se deja ver con agrado si no pedimos demasiado. A pesar de su premisa más o menos original, La Guerra del mañana es un pastiche de referencias de películas de culto: Alien (1979), La cosa (1982), Aliens (1986), Terminator (1984), Independence Day (1996), Starship Troopers (1997), Contact (1997) y hasta Monstruoso (2008) o Al filo del mañana (2014). Una mezcla ganadora, sin duda, todo eso nos gusta, pero que, irremediablemente, nos parece ya vista. O quizás, esto está pensado para los quinceañeros que no conocen ninguna de esas referencias. La película tiene además una lectura -no sé si intencionada- que refleja lo que hemos vivido en la pandemia: un acontecimiento planetario que lo cambia todo, que afecta a la humanidad entera y que oscurece el futuro. Por si fuera poco -ojo spoiler- la solución aparece en forma de vacuna -incluso hay un diálogo irónico sobre que ningún gobierno quiere invertir en investigación-. Pero sobre todo, La guerra del mañana plantea una preocupación muy presente en la ficción audiovisual estadounidense de los últimos años: ¿Qué mundo le dejaremos a nuestros hijos?

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