Tom Cruise quiere que volvamos a las salas de cine y el mejor argumento posible para que lo hagamos es Top Gun: Maverick, un peliculón espectacular, de los que ya no se hacen. Un film que consiste, básicamente, en coger el original, Top Gun (1986) y convertirlo en un blockbuster moderno, robusto y producido a la perfección. Una especie de remake/secuela que continúa la historia de la recordada cinta ochentera, sin evitar recrear sus escenas más míticas y su estructura básica, valiéndose del eco de aquella obra dirigida por el recordado Tony Scott para potenciar la emoción -y la nostalgia, claro- en una obra que busca ser más y mejor. Y lo consigue. El argumento plantea que Maverick (Tom Cruise), en todo este tiempo, no ha madurado ni ha resuelto ninguno de los problemas de su vida: sigue siendo rebelde, insubordinado, impulsivo y peligroso. Volver a la academia de Top Gun será su oportunidad para redimirse y enfrentarse a sus errores del pasado. A estas alturas no hace falta decir que esto es una película 'de Tom Cruise', quien ejerce una suerte de autoría como productor y que tiene el olfato suficiente para convertir un argumento melodramático en una película de entretenimiento perfecta, con escenas de acción increíbles en las que sentimos que estamos en el aire con los pilotos, pero también con un desarrollo de personajes medido milimétricamente para que nos importen lo justo para meternos de lleno en la historia. Cruise incluso mantiene la estética videoclipera/publicitaria de la película original, que era el sello reconocible del gran productor comercial de aquella época, Jerry Bruckheimer. Cruise sabe rodearse de talento y aquí cuenta con Joseph Kosinski como director, con el que ya trabajó en la estupenda Oblivion (2013) y utiliza un guión supervisado por su colaborador más habitual, Christopher McQuarrie, el escritor de Sospechosos habituales (1995), que ha firmado los guiones de Valkiria (2008), Al filo del mañana (2014) o Jack Reacher (2012) y que actualmente es el director encargado de las últimas -y futuras- entregas de Misión Imposible. Por último, Cruise se apoya, también, en un elenco estupendo que da cobertura a su carisma como 'última gran estrella del cine': Jennifer Connelly, Miles Teller, Jon Hamm o Ed Harris. En Top Gun: Maverick todo está pensado para que pasemos el mejor momento posible en una sala de cine. Volad a verla.
TOP GUN: MAVERICK -VE VOLANDO AL CINE
Tom Cruise quiere que volvamos a las salas de cine y el mejor argumento posible para que lo hagamos es Top Gun: Maverick, un peliculón espectacular, de los que ya no se hacen. Un film que consiste, básicamente, en coger el original, Top Gun (1986) y convertirlo en un blockbuster moderno, robusto y producido a la perfección. Una especie de remake/secuela que continúa la historia de la recordada cinta ochentera, sin evitar recrear sus escenas más míticas y su estructura básica, valiéndose del eco de aquella obra dirigida por el recordado Tony Scott para potenciar la emoción -y la nostalgia, claro- en una obra que busca ser más y mejor. Y lo consigue. El argumento plantea que Maverick (Tom Cruise), en todo este tiempo, no ha madurado ni ha resuelto ninguno de los problemas de su vida: sigue siendo rebelde, insubordinado, impulsivo y peligroso. Volver a la academia de Top Gun será su oportunidad para redimirse y enfrentarse a sus errores del pasado. A estas alturas no hace falta decir que esto es una película 'de Tom Cruise', quien ejerce una suerte de autoría como productor y que tiene el olfato suficiente para convertir un argumento melodramático en una película de entretenimiento perfecta, con escenas de acción increíbles en las que sentimos que estamos en el aire con los pilotos, pero también con un desarrollo de personajes medido milimétricamente para que nos importen lo justo para meternos de lleno en la historia. Cruise incluso mantiene la estética videoclipera/publicitaria de la película original, que era el sello reconocible del gran productor comercial de aquella época, Jerry Bruckheimer. Cruise sabe rodearse de talento y aquí cuenta con Joseph Kosinski como director, con el que ya trabajó en la estupenda Oblivion (2013) y utiliza un guión supervisado por su colaborador más habitual, Christopher McQuarrie, el escritor de Sospechosos habituales (1995), que ha firmado los guiones de Valkiria (2008), Al filo del mañana (2014) o Jack Reacher (2012) y que actualmente es el director encargado de las últimas -y futuras- entregas de Misión Imposible. Por último, Cruise se apoya, también, en un elenco estupendo que da cobertura a su carisma como 'última gran estrella del cine': Jennifer Connelly, Miles Teller, Jon Hamm o Ed Harris. En Top Gun: Maverick todo está pensado para que pasemos el mejor momento posible en una sala de cine. Volad a verla.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario