LIVING -SOLO VIVIR UNA VEZ
Para vivir plenamente hay que ser consciente de la muerte. Una idea existencialista que cobró forma en la obra maestra de Akira Kurosawa, Vivir (1952) y que se traslada de forma casi idéntica a Reino Unido, en los años 50, en Living, la adaptación escrita por el conocido novelista británico, de origen japonés, Kazuo Ishiguro. La película resultante replica el argumento original: un funcionario ha tenido una existencia gris hasta que un diagnóstico médico le pone un límite claro a su existencia, lo que le empuja a buscar una razón para vivir, cuando ya no le queda tiempo. La película dirigida por Oliver Hermanus es curiosamente lenta y contemplativa. Su personaje principal, más que un protagonista, es un sujeto anodino, de traje impecable, maneras suaves y voz susurrante, interpretado de forma fantástica por Bill Nighy -nominado al Óscar-, que confía en que la cámara capte hasta el más sutil de sus gestos. A este personaje lo vemos casi siempre a través de otros: su hijo, su nuera, sus empleados y sobre todo una exempleada, Miss Harris (Aimee Lou Wood) que aporta humanidad a la trama y matiza al hermético personaje de Nighy. Living apuesta por una historia bien contada, mejor interpretada, que evita el melodrama a fuerza de contención, lo que puede dejar a algunos fuera de la película. Pero es un remake sólido, cuyo sabor británico aporta el matiz suficiente para justificar su existencia. Está disponible en Filmin.
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