Furiosa: de la saga de Mad Max (2024) es la bomba. Una explosión de cine sobre la pantalla con la que George Miller, a sus 79 años, alcanza la cúspide de su obra. Que sea una precuela sobre el origen del personaje de Furiosa (Charlize Theron) de la magnífica Mad Max: Furia en la carretera (2015) es lo de menos. Cada película de la saga de Mad Max es, más o menos, un remake de la primera entrega de 1979. En cada una de las cinco películas, Miller recicla sin pudor ideas, conceptos, motivos argumentales, personajes, planos ¡Y hasta actores! Si Hugh Keays-Byrne fue el villano Toecutter en Mad Max (1979) para regresar luego como Inmortal Joe en Furia en la carretera, aquí Tom Burke recuerda a Mel Gibson y Elsa Pataki hace un doble papel en la misma cinta. Si Milller ya intentó hacer una película que fuera un travelling continuo en Mad Max 2 (1981), aquí, por fin, más de 40 años después, lo consigue, perfecciona esta idea hasta casi la abstracción. Furiosa es puro movimiento y cada plano es una viñeta de cómic. Un nuevo spaghetti western apocalíptico que, contra todo pronóstico, no ha perdido su capacidad para sorprendernos. El talento como narrador visual de Miller es asombroso y su capacidad para crear imágenes de impacto parece inagotable. Furiosa parece reinventar el cine, como si estuviéramos de nuevo ante un pionero de los orígenes del séptimo arte: su película es, una y otra vez, Asalto y robo de un tren (1903); una mezcla de wéstern, péplum, cine bélico, de acción y ciencia ficción, con momentos de horror, apuntes surrealistas y fantásticos, y viñetas que parecen dibujadas por el Frank Miller de 300 (1998). George Miller organiza su guión a partir del viaje del héroe de Joseph Campbell y se dedica a mezclar mitos: el de Adán y Eva, el paraíso perdido, el caballo de Troya, la conquista del oeste, el apocalipsis y la Odisea en una historia de venganza que incluye elementos feministas. Miller nos muestra un mundo en ruinas en el que el patriarcado sigue intentando gobernar, un mundo lleno de hombres musculosos, sudorosos, grasientos, violentos, infantiles y desquiciados que siguen fantaseando con dominar las ruinas humeantes del capitalismo salvaje de la industria automovilística y petrolífera. Y es digno de estudio cómo Miller consigue crear personajes estupendos -Chris Hemsworth y Anya Taylor-Joy están fantásticos- sin tener que recurrir al diálogo ni a escenas melodramáticas: todo contado a través de la acción. Furiosa: de la saga de Mad Max es una pasada. No dejéis de verla en cines.
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