Con La noche de Halloween (1978), John Carpenter inauguró un subgénero del cine de terror, el slasher, cuyos ascendentes lejanos eran nada menos que Psicosis (1960) -recordemos que Jamie Lee Curtis, la primera final girl, es la hija de Janet Leigh-. En su primera y antológica secuencia, la película de Carpenter plantea un plano secuencia, en cámara subjetiva, que es la mirada del niño asesino llamado Michael Myers. Carpenter llevaba un paso más allá la espantosa propuesta de Hitchcock, que al matar a Janet Leigh en la ducha en el minuto 40 de su film, nos obligaba a identificarnos con el psicópata Norman Bates (Anthony Perkins). Recordemos también la cámara subjetiva de otro clásico como El fotógrafo del pánico (1960), estrenada el mismo año que Psicosis. Y sumemos a esto que en los años setenta los italianos inundaban las salas de cine con el giallo, films en los que un misterioso asesino se dedicaba a matar a hermosas mujeres de la forma más retorcida posible: mencionemos solo un ejemplo, Bahía de sangre (1971) de Mario Bava. Así, Halloween es el inicio de un filón que sería explotado hasta la saciedad y casi enseguida: Viernes 13 (1980) y sus continuaciones, o personajes similares pero de corte más fantástico como Freddy Krueger o Chucky. Lo primero que llama la atención de Halloween es la puesta en escena de Carpenter: su cámara flota fantasmagórica, primero como la mirada de Myers, pero luego alrededor de los personajes, por las calles del pueblo de Haddonfield, acechando a los personajes en un ambiente cotidiano. Toda la tensión de las escenas previas a los asesinatos de la noche de brujas, anodinas y casi costumbristas, se basa en la idea de que el asesino está observando y puede atacar en cualquier momento. Carpenter iguala su cámara a la mirada de Michael Myers, y por lo tanto, a la nuestra. Convierte el espacio vacío dentro del plano, en lo verdaderamente terrorífico. Además, Carpenter sugiere las constantes de un cine de terror para adolescentes que conocemos bien: convertir un festivo tradicional en un día maldito; el asesino enmascarado, cuchillo en mano, que camina lentamente persiguiendo a su víctima, para luego aparecer en el lugar menos esperado; jóvenes guapos que fuman, beben, se drogan y están deseosos de mantener relaciones sexuales como principales víctimas; la capacidad del asesino para levantarse una y otra vez, a pesar de los intentos por matarle. No había realismo en la propuesta de Carpenter, sino cierta distancia que le permitía utilizar el lenguaje del cine -el montaje, el sonido, la fotografía- para asustar al espectador. ¿Por qué se levanta Michael Myers una y otra vez? No hay explicación más que para seguir asustándonos. Pero además, Carpenter plantea un mal puro: la máscara impasible de Myers no refleja ninguna emoción (en realidad era una careta del capitán James T. Kirk de Star Trek, interpretado por William Shatner, pintada de blanco). Un discurso mitológico que se apoya en los diálogos del doctor Loomis, interpretado por Donald Pleasence. Disponible en Filmin, Movistar +, Starz y Rakuten TV. Nota: 10/10
Halloween 2: Sanguinario (1981) es una digna secuela en la que el propio John Carpenter, como guionista, incluye más muertes, más escenarios y más gore, pero también más sustos baratos y el intento de dotar de más historia a Michael Myers, convirtiéndole en hermano de Laurie Strode -un giro argumental del que Quentin Tarantino, por cierto, reniega-. Carpenter produce, escribe y se encarga de la música, pero deja la dirección en manos de Rick Rosenthal, que sigue el estilo del maestro dignamente. Hay que decir que Carpenter, en esta segunda parte, mató a Michael Myers, pero, como ya sabemos, no es tan sencillo librarse del asesino. Disponible en Movistar +, Starz y Rakuten TV. Nota: 6/10
Halloween III (1982), como seguramente ya sabréis, es una película tan estimable como ajena a la saga de Michael Myers. Fue un intento de John Carpenter de convertir la franquicia en una antología. Cada Halloween se estrenaría una historia de terror diferente, sin relación argumental directa entre sí. Lamentablemente, la idea no funcionó y los productores no quisieron desperdiciar el tirón del famoso asesino. Dirigida por Tommy Lee Wallace, Halloween III es una extraña historia de brujas, puro cine de terror ochentero, capaz de ser divertida, delirante, icónica y terrorífica. Comparte con la saga principal el tema de la máscara, pero aquí estamos ante una trama policial, en la que el doctor Daniel Challis (Tom Atkins) debe destapar una psicotrónica conspiración relacionada con la brujería. Disponible en Movistar +. Nota: 7/10
Halloween 4: El regreso de Michael Myers (1989). La muerte de Michael Myers fue desmentida en esta cuarta entrega -ya sin la participación de John Carpenter- que dio inicio a una trilogía de películas, digamos, menores. Dirigida por Dwight H. Little, esta cuarta entrega es francamente torpe en su argumento, que no busca más que recrear el planteamiento de la cinta original. Esto es, contarnos de nuevo cómo el asesino acecha a una nueva generación de 'canguros'. Curiosamente, el film es bastante escaso en su body count y prefiere escatimar las escenas sangrientas. Rachel Carruthers (Ellie Cornell), como canguro/víctima de Myers no tiene el carisma de Jamie Lee Curtis, pero la presencia de Donald Pleasence, de nuevo como Loomis, sirve, al menos, como carta de identidad que oficializa esta secuela, cuyo argumento gira en torno a la hija de una fallecida Laurie Strode, llamada, pertinentemente, Jamie (Danielle Harris). El intento de hacer que esta sea la nueva asesina, repitiendo la escena inicial de la primera La noche de Halloween, con Jamie vestida de payaso, no habría sido un mal final para la saga. Disponible en Movistar +, Rakuten Tv y Starz. Nota: 4/10
Halloween 5: La venganza de Michael Myers (1989), dirigida por el suizo Dominique Othenin-Girard, recupera los personajes principales de la cinta anterior, continuando la historia de Rachel, Jamie y con una nueva aparición del doctor Loomis (Donald Pleasence). Debo decir que la continuidad argumental entorpece el esquema de un slasher. Hay que atar muchos cabos sueltos para llegar a lo que se supone que ofrece el género, sustos y sobresaltos (baratos) por los asesinatos del psychokiller. Aunque se puede decir que esta entrega es un poco menos torpe que la anterior, sigue teniendo un argumento deslavazado, que intenta mantener a los personajes del episodio anterior, sin renunciar a recrear, de nuevo, el film original. La exigencia argumental de situar la acción siempre el 31 de octubre termina resultando ridícula. Luego, la propia película contradice lo que vimos en la entrega anterior: Jamie no ha matado a su madrastra y Michael Myers se salva de la muerte de una forma francamente absurda para dar paso a una secuencia que puede recordar al inicio de La novia de Frankenstein (1935). La nueva final girl, Tina (Wendy Kaplan) me parece insoportable. Por si fuera poco, vemos a Michael Myers, ese asesino amenazador de lento caminar... conduciendo coches (ya sé que en la original también lo hacía, pero aquí resulta ridículo para mí por alguna razón). Y eso que no está mal la escena en la que utiliza el vehículo para perseguir a sus víctimas, como en un preludio de Death Proof (2007). El desenlace acaba con el personaje de Loomis y enfrenta acertadamente a Michael Myers con Jamie, pero ese final abierto resulta desconcertante. Disponible en Rakuten Tv y Starz. Nota: 4/10
Halloween 6: La maldición de Michael Myers (1995) demuestra que toda saga de terror debe tener en su haber a una estrella cuando todavía no era famosa: -Kevin Bacon en Viernes 13, Johnny Depp en Pesadilla en Elm Street- aquí Paul Rudd -futuro Ant-Man (2015)- aparece en un papel principal en una pésima película. Su personaje no es una mala idea: es el niño que cuidaba Laurie Strode -Tommy Doyle- en la cinta original. Pero este planteamiento se desaprovecha completamente. La película entera, las situaciones que plantea, son un desastre. El argumento es incoherente, inconexo y no divierte. Los personajes no valen nada y las escenas dramáticas son ridículas. La planificación del director Joe Chapelle no consigue la más mínima tensión y las muertes no son ingeniosas: resaltemos únicamente un pobre sujeto que ¡Explota! Otra buena idea era aprovechar la misteriosa pintada de una runa que aparece en Halloween 2 para crear una trama de sectas paganas y brujería, convirtiendo a Michael Myers en una suerte de demonio mitológico. Esta subtrama, que ya aparecía apuntada en la entrega anterior, podría haber sido divertida si su desarrollo no fuera tan torpe: un misterioso villano de negro -en plan giallo- centra el misterio que se resuelve como un whodunit bochornoso. Tampoco tiene demasiado sentido, ni gracia, la forma en la que despachan a Myers. Apuntemos la resurrección inexplicada del doctor Loomis, que pierde las cicatrices de películas anteriores. Donald Pleasence moriría antes del estreno de la película. No he podido encontrarla en ninguna plataforma. Se puede alquilar en Rakuten TV. Nota: 3/10
Con Halloween H2O: Veinte años después (1998), las tres películas anteriores de la saga fueron refutadas. Esta séptima entrega recuperaba a Jaime Lee Curtis en una historia que resucita a Laurie Strode y elimina a su hija, Jamie. Estamos ante un slasher post Scream (1996), producido por Kevin Williamson y con sus señas de identidad. Un tratamiento mainstream, un acabado técnico pulido, un director solvente como Steve Miner -Viernes 13 2 y 3- y personajes algo más listos que los del terror de los 80. Aquí vemos a jóvenes atractivos que luego harían cosas mejores: Josh Hartnett, Joseph Gordon-Lewitt y Michelle Williams. Un cameo de Janet Leigh certifica la carta de maternidad de Psicosis (1960). La película quiere ser una secuela 'digna' y lo consigue, pero eso le resta la diversión descerebrada del subgénero. Aun así, el final tiene fuerza y es muy similar al planteamiento de la película de 2018, que hay que ver cómo un remake, actualizado, de esta. Se puede alquilar en Amazon Prime Video. Nota: 7/10
Halloween: Resurrección (2002) pasa por ser la peor secuela de la franquicia, que ya es difícil. Rick Rosenthal vuelve a dirigir una película de la saga, tras la digna Halloween 2, pero aquí no consigue evitar el desastre. La apuesta de este film es su perdición: contradecir todo lo que ha sido Halloween y plantear algo diferente. Lamentablemente, eso 'diferente' es hacer un slasher de saldo, muy torpe. Lo más digno es precisamente sorprender matando a Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), asesinada -como lo fue su madre, Janet Leigh, en Psicosis (1960)- en el primer tercio del metraje. Segundo pecado, apuntarse a modas como los chats y los reality shows, en un intento de parecer 'modernos' que se ha quedado desfasado a las primeras de cambio. La resurrección de Michael Myers es perezosa y su mitología se desaprovecha completamente. A las víctimas se las concibe como estudiantes universitarios, en un intento de hacerles 'inteligentes' que resulta ridículo. Por último, la película tiene personalidad propia, de aquella manera, por la presencia incómoda de Busta Rhymes, en su propio registro, paródico, imposible tomárselo en serio, pero que al menos saca la película de la rutina. Se puede alquilar en Rakuten TV. Nota: 3/10
El reinicio que es Halloween. El origen (2007) se le encarga a Rob Zombie, autor de Los renegados del diablo (2005) que entregó una precuela-remake, muy diferente a la visión de John Carpenter. En la primera mitad del film, se aleja del slasher para mostrarnos el origen psicológico del asesino, apartándose de la concepción de Michael Myers como una representación del mal puro. Humanizando a Myers, Zombie -siempre de parte de los monstruos- da un paso más allá al obligarnos a identificarnos con el asesino, a sentir piedad por él. El proceso de deshumanización que sufre Michael Myers hasta convertirse en el imparable asesino mudo, con su máscara blanca, resulta angustioso, expresado en el dolor de su madre -Sheri Moon Zombie- y un doctor Loomis mucho más humano, un estupendo Malcolm McDowell. Zombie cuenta todo esto con su mirada sucia, convirtiendo a la familia tradicional de clase media del film original en un grupo disfuncional y white trash. La violencia aquí es incómoda, recreándose en la agonía de las víctimas, evitando la muerte lúdica y expeditiva del slasher. Aunque la segunda mitad del film reproduce, necesariamente, el film original de Carpenter, Zombie firma una película sólida, respetuosa aunque con una mirada diferente. Uno de los elementos más destacables es el fantástico elenco de actores secundarios, algunos habituales en la filmografía de Zombie, como Brad Dourif, William Forsythe, Udo Kier, Bill Moseley o Danny Trejo, sin olvidar ese guiño a la trilogía de Jamie -la hija de Laurie Strode- que es la recuperación de la actriz Danielle Harris en un nuevo papel. La calidad de esta Halloween la convierte en la segunda mejor entrega de la franquicia. Disponible en Netflix. Nota: 8/10
En Halloween 2 (2009), ante todo, hay que entender que es un film de Rob Zombie, tanto o más que una nueva entrega de la serie. Hay en ella numerosos elementos autorales, como la forma de plasmar la propia fiesta de Halloween; el imponente look de Michael Myers (Tyler Mane) similar al del propio Zombie, de larga barba, caminando por los campos como la muerte misma; y una violencia más salvaje que nunca. Hay que mencionar también el desarrollo de Laurie Strode (Scout Taylor-Compton) cuyo destino final que conecta con Psicosis (1960). Las dos películas de Rob Zombie sobre Michael Myers pueden no ser lo que esperaban los fans, pero creo que forman un díptico estupendo de violencia seca, alejado del complaciente terror teenager de los años ochenta. Eso sí, a Carpenter no le gustó demasiado que se buceara en los orígenes de Michael Myers buscando coartadas psicológicas para explicar el mal. Disponible en Filmin y en Movistar +. Nota: 8/10
Finalmente, La noche de Halloween (2018), vuelve a negar todo el pasado -incluso la segunda entrega de 1981- y pretende ser la secuela directa de la película de 1978. Dirige David Gordon Green -Superfumados (2008)- y le acompaña en el guión el actor Danny McBride -De culo y cuesta abajo-. El film cuenta con el beneplácito de John Carpenter, que aparece como productor y firma parte de la música. La historia presenta a los protagonistas de la película original tras cuatro décadas. Esto, de entrada, es una idea muy interesante: ver qué ha pasado con el psycho killer y su víctima tantos años después. La primera escena, que nos muestra a un recluido Michael Myers, es bastante potente. A partir de aquí, el argumento se desarrolla como un remake velado del film de 1978, actualizado y con un sabor comparable al de la saga Scream (1996) de Kevin Williamson y Wes Craven. Estamos ante un slasher autoconsciente, con personajes menos planos que los de aquellas películas de los años 80, mucho sentido del humor y una ración aceptable de gore. Una nueva generación de víctimas aparece más que nada para que Myers tenga a quien matar. Hay que decir, eso sí, que la cinta de Carpenter sigue pareciendo más moderna -desde el punto de vista de su puesta en escena- que todas las secuelas, incluyendo esta. A pesar de estos pequeños defectos, la nueva Halloween tiene a su favor una idea estupenda: centrarse en la relación entre el asesino y su final girl. Jamie Lee Curtis es lo mejor de la película, convertida Laurie Strode en la versión para el cine de terror de lo que son Sarah Connors y Ripley en la ciencia ficción. El sorprendente giro final, que recrea la película original intercambiado los papeles de sus protagonistas, produce un subidón que hace que La noche de Halloween valga la pena. Se puede comprar en Apple Tv, Rakuten TV y Amazon Prime Video. Nota: 7/10
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