MULDER & SCULLY MEET DE WERE-MONSTER (1 DE FEBRERO DE 2016)
-AVISO SPOILERS-
En uno de los mejores episodios de Expediente X, José Chung's 'From Outer Space', el guionista Darin Morgan proponía que las aventuras de los agentes del FBI -normalmente terroríficas y muy serias- se prestaban también al humor. Aquel capítulo significaba la madurez de la serie -era el 20 de la tercera temporada- y la consolidación de los personajes como referentes de la cultura popular: ya se podían dar el lujo de (auto)parodiarse. 20 años después, Darin Morgan vuelve con otro episodio humorístico, que empieza jugando con versiones contradictorias de los testigos de un hecho paranormal, tema central de aquel capítulo de 1996, algo así como un Rashomon (Akira Kurosawa, 1950) en clave extraterrestre.
Con esta tercera entrega del regreso de la serie, comprobamos que su creador, Chris Carter, no parece haberse planteado una historia en formato miniserie, sino que cada uno de los seis capítulos sea más o menos independiente y, al menos hasta ahora, representante de las diferentes tendencias de Expediente X. Así, el primero se ocupaba de la macrohistoria sobre la conspiración extraterrestre; el segundo era el típico caso episódico y ahora nos encontramos con un capítulo de humor. El título es una clara referencia a las parodias que hicieron Lou Abbott y Bud Costello de las películas de terror de la Universal, como Abbot y Costello meet Frankenstein (Charles Barton, 1948).
Darin Morgan invierte los roles habituales de los agentes, convirtiendo a Mulder (David Duchovny) en el escéptico... aunque solo sea por un rato. Además, utiliza actores de comedia como Kumail Nanjiani -de Sillicon Valley- para los personajes episódicos y se permite guiños, como cuando la extraña criatura aparece en un retrete disfrazada de humano y vestido como Kolchak, protagonista de la serie Kolchak: the Night Stalker (1974-1975) -sobre un periodista de lo paranormal- que Chris Carter reconoce como una de las principales influencias de Expediente X. El propio Morgan fue productor -en calidad de asesor- de un remake en 2006. Pero hay más: un motel que es una referencia clara a Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960); un terapeuta enloquecido que le receta antispicóticos al propio Mulder; una tumba que pone Kim Manners, productor fallecido en 2009 (la otra lápida pertenece al ayudante de dirección Jack Hardy); el hecho de que el monstruo sea un hombre-largato a la inversa -¡Mordido por un humano!- que como El lobo-hombre de Boris Vian se cuestiona el sentido de la existencia humana; y que sus transformaciones ocurran utilizando fundidos como las del viejo Lon Chaney Jr. Hay también una referencia a Moby Dick en el perrillo Daggoo; una fantasía sexual con Scully (Gillian Anderson) muy de fan fiction; y que Mulder no se crea nada de lo que le cuenta Guy Mann (Rhys Darby), se emborrache y le despierte su móvil con el tono de... Expediente X. Sí, quizás este episodio ha sido demasiado autorreferencial.
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