¿Hay razones para recomendar Agentes de S.H.I.E.L.D? Su mayor defecto es que le falta carisma. No tiene actores -ni personajes- verdaderamente memorables. La idea de partida es débil: unos agentes secretos se enfrentan a otros agentes secretos. Su gran atractivo, pertenecer al Universo Marvel Cinemático, es también su gran pega: le falta personalidad. Lo peor de todo es que sus primeros capítulos, muy flojos, hacen cuesta arriba su visionado hasta poder disfrutar de esta magnífica tercera temporada. Que lo es. Porque esta serie mejora con cada episodio. Y la Agentes de S.H.I.E.L.D actual está bien escrita, resulta entretenida, y sus interpretaciones son competentes. Tiene acción y efectos especiales por encima de la media televisiva. Pero después de ver el episodio Chaos Theory, os quiero recomendar esta serie por su historia de amor. En serio.
En este episodio, Fitz se ve obligado a escuchar el diario de Simmons -grabado en su teléfono móvil- en el que ella expresaba unos sentimientos previos a conocer al mencionado astronauta. Cuando todavía estaba enamorada de Fitz. La idea es preciosa. Nos sentimos identificados con el dolor de Fitz al descubrir que, durante esos meses, Simmons le quería tanto que consiguió sobrevivir en un entorno hostil pensando en él. Ahora, esos sentimientos se han perdido. Un planteamiento de ciencia ficción para contar algo que nos ha pasado a todos. ¿Quién no ha hecho el ejercicio masoquista de revisar cartas, correos, mensajes, fotos de nuestras relaciones sentimentales fracasadas?Obviamente, puede que en una serie de espías como esta, una historia de amor no llame demasiado la atención. Y la verdad es que se trata de una trama secundaria. Pero precisamente que esté tan bien resuelta una trama menor es la mejor prueba de que Agentes de S.H.I.E.L.D mola.
Mucho más importante en este episodio es que se descubre la identidad de Lash, el monstruoso inhumano que se dedica a matar a los de su especie. Resulta ser alguien en el que todos confiaban. Esto refleja, una vez más, el tema central de la serie: la confianza. Daisy Johnson (Chloe Bennet) no acaba de fiarse de Rosalind Price (Constance Zimmer), directora de la agencia secreta rival. Ambas se enfrentan por el modo en el que deben ser manejados los inhumanos, seres que podrían matar a cualquiera con solo pensarlo. El tema no es nuevo. Recordemos a los mutantes marginados de X-Men (Bryan Singer, 2000). Pensemos en el "¿Quién vigila a los vigilantes?" de Watchmen (Zack Snyder, 2009). Un conflicto que se repetirá seguramente en Capitán América: Civil War (Joe & Anthony Russo, 2016). Y por último, el cliffhanger del episodio da fe de lo bien que lo están haciendo los guionistas de esta serie: habían conseguido que confiáramos en Rosalind. Habían enamorado al agente Coulson (Clark Gregg).
CAPÍTULO ANTERIOR: AMONG US HIDE...
No hay comentarios:
Publicar un comentario