Home Again vuelve a la fórmula del caso episódico, del "monstruo de la semana" y propone una ambiciosa historia con tintes de denuncia social. Un misterioso camión de basura se pasea por las calles menos favorecidas de Filadelfia transportando al misterioso hombre de la tirita, una criatura ni muerta ni viva que desmembra a los enemigos de los desamparados, de los sintecho, de los homeless. Este personaje, con tintes de leyenda urbana, parece inspirado en el Golem del folclore judío, defensor del pueblo semita. Aquí, en lugar de ser la creación de un rabino, la criatura proviene de la obra de Trashman, cuyos graffitis recuerdan a la obra del artista urbano Banksy. Este planteamiento tiene todos los ingredientes de los clásicos de Expediente X. Sin embargo, una subtrama sobre la muerte de la madre de Scully (Gilliam Anderson) tiene un efecto anticlimático y desactiva el interés de la intriga sobre el misterioso Trashman. La tragedia de Dana parece mucho más importante que la investigación de Mulder (David Duchovny).
Glenn Morgan escribe y dirige este Home Again. El compañero de James Wong en la creación de la saga Destino final (2000) se hace cargo de este capítulo y confirma el "reparto" de este revival de Expediente X entre sus principales autores: Chris Carter, el mencionado James Wong y Darin Morgan firmaron (y dirigieron) los tres primeros episodios. Autor de alguna de las entregas más recordadas de la serie clásica, el estilo de Glenn Morgan se hace presente en la secuencia en la que el monstruo asesina a Nancy (Peggy Jo Jacobs) -que incluye un comentario irónico sobre el reciclaje y convierte a la víctima en "basura"- en la que se utiliza la canción Downtown de Petula Clark como contrapunto al horror y a la violencia. Morgan escribió en 1996 el episodio Home, que utilizaba el tema Wonderful! Wonderful! para musicalizar un asesinato similar.
Home Again reincide en el trauma de Scully por haber dado en adopción a su hijo William y consigue emocionarnos. Al mismo tiempo recupera las sensaciones de un episodio clásico de Expediente X en el que no faltan imágenes icónicas como las de los agentes buscando en la oscuridad con sus linternas encendidas.
CAPÍTULO ANTERIOR: MULDER & SCULLY MEET THE WERE-MONSTER
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