Si un episodio titulado Restoration no sirve para restaurar -perdonad el juego de palabras- mi fe en una serie como Arrow, es porque nunca la he tenido. Lo que sí puedo decir es que las aventuras de Green Arrow (Stephen Amell) han mejorado. Un poco. La muestra está en el ridículo villano de este episodio, Jeremy Tell/Double Down (JR Bourne), cuyo poder es lanzar a sus enemigos las mortíferas cartas que lleva tatuadas en su cuerpo. Lo que mola de este antagonista es que es, como ya he dicho, ridículo. Pero en el buen sentido de la palabra. Vale, lo "ridículo" nunca es positivo, pero en este caso, sí. Porque si comparamos a Double Down con enemigos anteriores del héroe arquero, creo que salimos ganando. Normalmente se trataba de tíos cachas, luchadores expertos, sin carisma, o peor: malvados falsamente tridimensionales con un aburrido código de honor, como Ra´s al Ghul (Matt Noble). Double Down funciona tan mal en pantalla, que resulta divertido.
El verdadero significado del título, Restoration, tiene que ver con la restauración de la amistad -muy varonil- entre Oliver Queen y John Diggle (David Ramsey). La escena en la que el primero salva al segundo interponiéndose delante de un proyectil es, como poco, cutre. Pero es mejor esto que las interminables conversaciones que habrían tenido en temporadas anteriores los implicados en este bromance. Por lo demás, el capítulo ofrece los primeros indicios de que Curtis Holt (Echo Kellum) podría convertirse, en el futuro, en el superhéroe Mister Terrific. Espero que no tengamos que esperar tanto como con The Atom (Brandon Routh). Además, asistimos a la resurrección de Canario Negro/Sara Lance (Caity Lotz) y nos reencontramos con la morenaza de Nyssa al Ghul (Katrina Law). Ojo.
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