AGENT CARTER -TEMPORADA 1- VALEDICTION


VALEDICTION (24 DE FEBRERO DE 2015) -AVISO SPOILERS-

El conflicto principal de Agent Carter ha sido durante gran parte de la serie los problemas entre Peggy (Hayley Atwell) y sus propios compañeros. La sombra de una organización enemiga, Leviatán, no cobra forma hasta bien avanzada la trama. La amenaza se personaliza finalmente en el doctor Ivchenko (Ralph Brown) y la mortífera Dottie Underwood (Bridget Regan). Pero el plan de estos no es el enfrentamiento directo, sino conseguir que sus enemigos -el pueblo estadounidense- se maten entre ellos mismos. El enemigo habita dentro de "nosotros". De hecho, el plan de Ivchenko no es más que una venganza contra un general americano -McGinnis- que fue el primero en utilizar el invento de Howard Stark (Dominic Cooper) como arma de guerra. Ese es el auténtico criminal.


Hay que decir que el Tony Stark original de los cómics- Iron Man fue creado en 1963- vendía armas al Gobierno -para luchar contra los comunistas- sin ningún tipo de remordimiento. Pero los tiempos han ido cambiando y el personaje se ha convertido en una "víctima" de los militares estadounidenses, los nuevos culpables del uso inmoral de sus inventos: en Iron Man 2 (John Favreau, 2010), Tony Stark (Robert Downey Jr.) se niega a poner su armadura al servicio de su Gobierno. En dicha película, por cierto, el padre de Tony era interpretado por John Slattery -Roger Sterling en la serie Mad Men (2007)- y se hacía un retrato de él más cercano a un visionario utópico en la línea de un Walt Disney (1901-1966) convertido en ingeniero. Sin embargo, en Agent Carter, se narra la juventud de Howard Stark, sin duda inspirada en el millonario excéntrico Howard Hugues (1905-1976) -con el que incluso comparte una amante, Ginger Rogers (1911-1995)- y que interpretó Leonardo DiCaprio en El aviador (Martin Scorsese, 2004). El parecido, además, entre la actriz Bridget Regan -aquí la espía rusa- y Cate Blanchet -que hacía de Katharine Hepburn en la cinta de Scorsese- ayuda a la comparación con aquella película.


Por otro lado, hay un planteamiento de fondo en la serie: el machismo al que debe enfrentarse Peggy Carter en 1946. Los compañeros masculinos de la agente son rematadamente inútiles: Howard Stark, a pesar de su genio, es mujeriego e irresponsable; Jarvis (James D´Arcy) es noble pero cobarde; el jefe Dooley (Shea Whigham) cae en todas las trampas de sus enemigos; el agente Thompson (Chad Michael Murray) es un falso héroe de guerra; el agente Sousa (Enver Gjokaj) descubre a Carter, pero es incapaz de ver que no es una traidora. Todos estos hombres se comparan -y salen mal parados- con una figura perfecta, un hombre idealizado: el Capitán América (Chris Evans). Un héroe que creen muerto, que convierten en leyenda en seriales radiofónicos, y que fue el amor de Peggy. La imposibilidad de encontrar a un hombre comparable al héroe aporta un aura trágica y de soledad a la protagonista.


En este mismo sentido, el aplauso final que recibe Peggy de sus compañeros engaña. Habría sido una recompensa demasiado forzada para ella en una sociedad abiertamente machista. En la escena siguiente, el agente Thompson se lleva todos los méritos del éxito de Peggy, que sin embargo no se preocupa demasiado. Carter afirma ser consciente de su propio valor. Es un buen mensaje: no esperar la aprobación de nadie. 


En el momento de escribir esto, no se sabe si Agent Carter tendrá una segunda temporada. El epílogo en el que aparece el personaje de Arnim Zola (Toby Jones) visto en Capitán América: El primer vengador (Joe Johnston, 2011) adelanta una posible futura trama. En todo caso, podéis ver el destino final del personaje en Capitán América: El soldado de invierno (Anthony y Joe Russo, 2014). Allí, una Peggy envejecida recibe la visita de su viejo amor, Steve Rogers.

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