ONE DOOR CLOSES (31 DE MARZO) -AVISO SPOILERS-
Hace tiempo que la ficción televisiva dejó de ser cosa de buenos y malos. Personajes como Walter White o Tony Soprano están muy lejos del tradicional héroe positivo y quedan ya pocos antagonistas que no tengan un lado humano. Un cómic de superhéroes, en esencia, es lo más maniqueo que puede haber. Siendo Agentes de S.H.I.E.L.D, una adaptación, cabría esperar el clásico enfrentamiento entre el bien y el mal. Sin ir más lejos, la organización terrorista HYDRA tiene su origen en los malos más malos de la historia de la Humanidad: los nazis. Pero he aquí que Agentes de S.H.I.E.L.D, aunque tiene también sus malos malísimos, es capaz de ser "moderna" y ofrecernos enfrentamientos más matizados. Conflictos entre formas de entender "el bien". Es además una tradición de los cómics Marvel el que dos héroes, al encontrarse por primera vez, lo primero que hacen es darse de leches. Los de DC siempre han sido amiguetes desde el minuto uno.
En el episodio One door closes -y suponemos que otra se abre- vemos el primer enfrentamiento cara a cara de los dos grupos que afirman ser S.H.I.E.L.D. Y las dos facciones parecen estar formadas por héroes, que simplemente tienen formas diferentes de afrontar un problema: proteger el mundo. Robert Gonzales (Edward James Olmos) y Phil Coulson (Clark Gregg) creen cada uno que el otro está equivocado. De hecho, el primero piensa que Coulson es un peligro. Pero la mayor amenaza para todos parece ser Skye (Chloe Bennet) que no por casualidad ha sido encerrada en una cabaña diseñada nada menos que para contener al superhéroe incomprendido por antonomasia: Hulk (Mark Ruffalo). En quién puede confiar Skye y a quién debe ser leal es el gran conflicto dramático aquí. Por lo pronto, se abre la puerta de una alianza con "los malos" y Skye escapa con el misterioso Gordon (Jamie Harris). Es esa diferencia de opiniones sobre Skye la que ha enfrentado a los que fueran mejores amigos, Fitz (Iain De Caestecker) y Simmons (Elizabeth Henstridge). Y también la que ha llevado a Mack (Henry Simmons) y a Bobbi (Adrianne Palicki) a traicionar al S.H.I.E.L.D. de Coulson y a su amigo Lance Hunter (Nick Blood). Curiosamente, Coulson nunca se fió de Hunter, que a final del episodio será su único aliado.
Sobre el conflicto en las filas de lo que queda de S.H.I.E.L.D. planea la sombra de Nick Fury (Samuel L. Jackson). Varios flashbacks nos llevan de nuevo a los momentos posteriores a la película Capitán América: El soldado de invierno (Anthony y Joe Russo, 2014) cuando la agencia de espías se disuelve. Es una oportunidad para reencontrarnos con la agente Izzy (Lucy Lawless). En estas escenas del pasado descubrimos que, mientras Coulson ha seguido a rajatabla las órdenes de Fury, el otro S.H.I.E.L.D. decidió desobedecer. Veremos cual de las dos opciones acaba prevaleciendo.
CAPÍTULO ANTERIOR: LOVE IN THE TIME OF HYDRA
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