PIMENTO (30 DE MARZO) -AVISO SPOILERS-
En una estructura de 10 episodios, esta novena entrega de Better Call Saul corresponde al clímax. Se titula, de forma engañosa, Pimento -Pimiento- haciendo referencia al sandwich que lleva Mike (Jonathan Banks) a su primer trabajo como "escolta" de criminales de poca monta. El título no obedece a la temática de la historia, sino más bien al juego de los autores de la serie de bautizar todos los episodios con una palabra acabada en la letra "o": Uno, Mijo, Nacho, Hero, etc. (con la única a excepción del quinto capítulo).
Better Call Saul ha sido principalmente la odisea -interior- de un personaje, Jimmy McGill (Bob Odenkirk), para redimirse. Para dejar atrás un pasado delictivo de pequeñas estafas y convertirse en un abogado. Se trata de un arco de personaje cuyo origen nos es contado mediante flashbacks y que parece llegar a su culminación cuando Jimmy consigue una demanda millonaria -habría que pensar en la importancia que tiene el dinero en Breaking Bad y en esta Better Call Saul- que además es una buena causa. Jimmy quiere ser Erin Brockovich y de paso ganar pasta. Y todo lo ha hecho para ganarse el respeto de una sola persona, su hermano Chuck (Michael McKean). El problema es que Jimmy no quería cambiar realmente. Lo que pretendía, en el fondo, era cambiar la opinión que Chuck tiene de él. Eso, en la mayoría de los casos, es inútil.
No vale la pena intentar cambiar a otra persona ni vivir para ganarse el favor de nadie. Chuck es en realidad una mala persona -con éxito- que por alguna razón se ha inventado una enfermedad para hacerse la víctima. Jimmy ha cuidado de él con una dedicación tal que lo único que espera es que su hermano esté agradecido. Y debería estarlo. Pero las personas no cambian. Curiosamente, esa es la explicación que Chuck le da a Jimmy para justificar el haber llamado a Howard Hamlin (Patrick Fabian) para evitar que le dieran un puesto en el bufete HHM. Chuck le dice a Jimmy -con una crueldad que confunde con honestidad- que siempre será "Slippin´ Jimmy", un tramposo embaucador. Para Jimmy, es el momento de la verdad, pero también el momento en el que todo parece perdido. En el siguiente capítulo solo puede tener lugar el desenlace de la primera temporada de la serie.
Por último, hay un elemento que hace diferente a Better Call Saul de casi cualquier otra serie de televisión: la espera. Un ejemplo. Kim (Rhea Seehorn) entra en el despacho de Howard Hamlin para pedirle explicaciones por haberse negado a contratar a Jimmy. Es un momento importante porque estábamos esperando que ella diera la cara por su amigo. Pero además nos intrigan las verdaderas razones por las que Howard parece detestar a Jimmy (todavía no sabemos que Chuck está detrás de todo). Pero cuando Kim entra en el despacho, Howard le pide que espere hasta que acabe de escribir un correo electrónico. El tiempo en televisión es oro ¿Para qué hacernos esperar 15 segundos? Porque esa pausa nos permite ver la preocupación en la cara de Kim. Nos da tiempo para escrutar el rostro de Howard y adivinar que no quiere tener esta conversación. Son 15 segundos dramáticamente muy eficaces que, además, aportan una naturalidad pasmosa a la serie. Todos hemos esperado alguna vez esos 15 segundos, que son la esencia de Better Call Saul.
CAPÍTULO ANTERIOR: RICO
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