En un episodio en el que prácticamente no aparece Phil Coulson (Clark Gregg), es digno de elogio cómo Agentes de S.H.I.E.L.D -sus guionistas- han fabricado una historia que consigue relacionar todas las tramas abiertas de la serie, haciéndolas progresar, con una buena dosis de acción y ahondando en sus temas principales, como son la lealtad y la confianza. Además, Melinda profundiza en uno de los personajes protagonistas, precisamente la agente May.
Melinda May (Ming-Na Wen) es la protagonista de dos tramas: una en el presente y otra en un momento clave de su pasado. No por casualidad, en ambas historias la agente mantiene posturas diferentes con respecto a Coulson: se trata del personaje principal de la serie, ya que todos los demás se definen según sean leales o contrarios a éste. En el presente, May ha decidido unirse al "verdadero" S.H.I.E.L.D de Robert Gonzales (Edward James Olmos) y perseguir a Coulson, del que comenzará a desconfiar poco a poco. Como ya he dicho, la sombra de una posible traición es uno de los temas que aparecen constantemente. En el pasado, May es compañera de Coulson, está casada con el doctor Andrew Garner (Blair Underwood) y planea tener un hijo. May era humana y no la fría agente que es en la actualidad. El objetivo dramático del flashback es explicar por qué Melinda se convirtió en May, o más bien, en "La Caballería".
Lo interesante de dicha historia -que se basa en un error de percepción- es que enfrenta a May a una peligrosa superhumana, Eva Belyakov (Winter Ave Zoli) a la que derrota con cierta facilidad, solo para descubrir que la verdadera amenaza es la hija de la misma, Katya (Ava Acres). La niña había despertado previamente el instinto maternal en Melinda y luchar contra ella significa un gran reto para ella. Paralelamente, Skye (Chloe Bennet) descubre -por fin- que Jiaying (Dichen Lachman) es su madre. Pero lo importante es que ésta adopta el papel de narradora del trágico final de May, que se ve obligada a matar a la niña, convirtiéndose en una enemiga para los inhumanos que han acogido a Skye. La culpa hace que May acabe bloqueando sus emociones y su propio instinto maternal. Mientras la familia futura de Melinda se rompe en el flashback, la familia del pasado de Skye parece recomponerse en el presente. Ambas agentes parecen más lejos de Coulson que nunca. Todo acaba encajando en un episodio redondo.
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