Anodina. La recta final de Gotham se presenta carente de interés. Cuando estamos cerca de concluir la primera temporada, pocos alicientes hay para seguir a estos personajes. Para mí, el principal defecto es la ausencia de tramas de temporada más sólidas.
El personaje principal, James Gordon (Ben McKenzie) debe resolver un crimen por episodio, que se enmarca dentro de una trama más extensa sobre la lucha del detective contra la corrupción en el departamento de policía de Gotham. Pero la realidad es que dicha macro-trama parece desdibujada y nada emocionante. En este capítulo se unen -más o menos- la trama de temporada y la subtrama episódica, ya que el comisionado Loeb (Peter Scolari) ha manipulado a Gordon para que se encargue del caso del Ogro, Jason Lennon (Milo Ventimiglia), un asesino en serie que suele matar a los seres queridos de todo policía que decida investigarle. Este argumento me parece bastante forzado, pero empeora gracias a unos horribles flashbacks gratuitos en los que vemos cómo el asesino captura y se relaciona con su víctima (Willa Fitzgerald). No tiene sentido que podamos ver estas escenas del pasado, ya que no provienen de la subjetividad de ningún personaje. Y encima carecen de interés.
La siguiente trama es la protagonizad por Fish Mooney (Jada Pinkett Smith), un personaje con potencial que parece perdido, tanto en la serie como en la propia historia. La criminal sigue prisionera en la isla de Dulmacher (Colm Feore) y lo malo es que sabemos que volverá a Gotham. Por lo que este episodio de su trayectoria no tiene demasiado misterio. Su principal rival en aquella ciudad, Oswald "El Pingüino" Cobblepot (Robin Lord Taylor) es probablemente el personaje con más carisma de la serie, pero tampoco tiene una dirección clara. Ahora mismo Cobblepot va dando tumbos, aunque en el horizonte aparezca su deseo de venganza contra Sal Maroni (David Zayas).
Por último, la historia con más proyección -aunque probablemente la que más contradice la continuidad del futuro Batman- es la protagonizada por el joven Bruce Wayne (David Mazouz) que sigue empeñado en limpiar la empresa heredada de sus padres asesinados. Su investigación sigue progresando, a pesar de que su relación con Selina Kyle (Camren Bicondova) también ha tenido una trayectoria zigzagueante.
CAPÍTULO ANTERIOR: EVERYONE HAS A COBBLEPOT
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