World´s Finest es el nombre del comic book que en 1941 comenzó a unir las aventuras de los superhéroes más populares de la Edad de Oro: Superman y Batman. El título de este episodio de Supergirl elimina el apóstrofe para reunir a la heroína con The Flash: no son los mejores del mundo, sino los mejores de sus mundos. Porque Barry Allen y Kara Danvers no viven en la misma Tierra, sino en mundos paralelos, siguiendo la idea del Multiverso de DC Comics. Lo primero que hay que decir es que estamos ante la mejor entrega de la serie hasta ahora. La intromisión del velocista escarlata no significa un parón en la historia de la kryptoniana -algo que estaría justificado- sino que se utiliza a la estrella invitada para darle un empujón a todas las tramas en curso. Así, vemos el nacimiento como villana de Silver Banshee -personaje creado en 1987 por John Byrne- evolución de la mezquina Siobhan Smythe (Italia Ricci) que aúna fuerzas recuperando a una vieja enemiga, Livewire (Brit Morgan). El enfrentamiento entre Supergirl y The Flash con estas supervillanas, de alguna manera, consigue reproducir el sabor de un tebeo clásico. Uno de los buenos, como cuando Supergirl utiliza su superaliento y Flash mueve sus brazos a supervelocidad creando torbellinos; o como cuando ambos héroes deciden hacer una carrera: en los cómics el velocista se ha medido al propio Superman en varias ocasiones desde 1967.
Todo funciona a la perfección en este episodio. La química entre los actores Melissa Benoist y Grant Gustin es tremenda; The Flash sirve para potenciar -con mucho humor- la faceta de comedia romántica de esta serie dándole celos a James Olsen (Mehcad Brooks); y Cat Grant (Calista Flockhart) está sembrada en sus frases: cuando revela que sabe que Barry es Flash, dice que tenía que ser "un superhéroe o un mormón". Como he dicho antes, no se trata de un episodio especial fuera de la continuidad. Aquí pasan cosas tan importantes como el primer beso entre Kara y James Olsen. Justo cuando nos tememos un "momento pastelón", la cosa deriva en un nuevo cliffhanger en el que toda la población de National City es controlada por los kryptonianos malvados, en plan La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956). Y no puedo evitarlo. Veo este episodio seis días después del fiasco que en mi opinión es Batman v. Superman (Zack Snyder, 2016). Para mí este es el mejor team up de superhéroes del año.
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