PINEWOOD (18 DE ABRIL DE 2016) -AVISO SPOILERS-
Gotham tiene buenas ideas que desperdicia metódicamente episodio tras episodio. El principal problema es el ritmo narrativo que se imponen los guionistas. Las cosas ocurren demasiado rápido en la serie -supongo que para que nadie se aburra- pero tienen poco peso dramático. La acumulación evita que nos importe demasiado lo que le pase a un personaje. Por ejemplo, en esta entrega, James Gordon (Ben McKenzie) emprende la investigación del asesinato de Bruce Wayne (David Mazouz). Nada nuevo. Pero detengámonos en la propuesta: es genial. La muerte de los padres del niño que será Batman es el hecho fundacional de un mito de nuestra cultura popular. Todo el mundo sabe que los padres del hombre murciélago fueron asesinados. ¿No debería ser interesantes estas pesquisas? Pues aquí no lo son por la incapacidad -o el desinterés- de los guionistas por crear un misterio. La información no se dosifica adecuadamente, sino que Gordon salta a la acción como lo ha hecho durante toda la serie. Las investigaciones policiales son aquí, básicamente, una lista de personas a las que interrogar cuyas conexiones no entendemos del todo porque, en el fondo, no importan. Lo que interesa es crear la sensación de movimiento. Aún así, la idea de un Gordon que abandona la policía para investigar por su cuenta, es buena. La secuencia en la que golpea a varios informantes utiliza la versión del My Way que hizo Sid Vicious de los Sex Pistols. Mola. Pero la cosa se queda en nada. Un Gordon violento y expeditivo debería haber dado, al menos, para un episodio entero. Pero aquí la -buena- idea se despacha rápidamente para meter -con calzador- al personaje de Barbara Kean (Erin Richards). Vale. También me gusta la idea de una Barbara dura, mala, sexy y lesbiana. Eso también mola. Pero tampoco dura mucho. Enseguida se separa de Gordon -en el fondo es lo lógico- y vuelve a unirse a los criminales. ¿Cuál era la idea detrás de esta trama? ¿Hacernos creer que Barbara, en el fondo, no es del todo mala? ¿Profundizar en su personaje?
Por otro lado, Bruce Wayne investiga la conspiración que se llevó por delante a sus padres y descubre el primer indicio del misterio de los experimentos genéticos de Wayne Enterprises, que, como los espectadores sabemos desde hace varios capítulos, lleva a cabo Hugo Strange (BD Wong). No me convence el nuevo personaje, Karen Jennings (Julia Taylor Rose), que parece salida de una película de X-Men, de hecho, sus circunstancias recuerdan bastante a las de Lobezno. Batman debería moverse en coordenadas más realistas y urbanas aunque con leves toques de ciencia ficción. Es cuestión de gustos. Supongo que de Karen al famoso Killer Croc no hay más que un paso. El caso es que el valor argumental de Karen era desvelar cosas sobre el padre de Bruce -que era muy bueno- e identificar a Strange como el malo detrás de la conspiración. Las dos cosas las sabíamos de antemano. Karen muere en una escena que solo sirve para reintroducir a Mr. Freeze (Nathan Darrow). El final del episodio nos enseñan la resurrección de Theo Galavan (James Frain), lo que explica que el asesinato cometido por James Gordon nunca tuviera un peso moral verdadero: el villano no iba a estar muerto mucho tiempo.
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