Bienvenidos al Mondo. La 13 Muestra SyFy de cine Fantástico nos da la oportunidad -¡por fin!- de ver en pantalla grande la largamente esperada -antepenúltima ya- película de Eli Roth. El director de la estupenda Hostel (2005) propone aquí una anacrónica incursión en el llamado cine Mondo, un término que define un subgénero documental de los años sesenta basado en imágenes sensacionalistas. El título más conocido es sin duda el polémico falso documental Holocausto Caníbal (1979) que obligó a su director, Ruggero Deodato, a presentar en un tribunal a sus actores para demostrarle al juez que su film era solo ficción, que seguían vivos y por lo tanto no estaba proyectando en la pantalla sus horrendas muertes. Deodato utilizaba el lenguaje del Mondo haciendo pasar por reales las aventuras de sus protagonistas: europeos asesinados salvajemente por una tribu suramericana.
La lista de títulos sobre caníbales en esos años es prolija. Como solía ocurrir con el exploitation italiano -peplum, spaghetti western, zombies- el filón se aprovechó todo lo posible hasta agotarlo. Personalmente, admito que el género me disgusta como sujeto sensible que soy. El visionado de Holocausto Caníbal me produjo un malestar físico. Sobre todo porque incluía imágenes reales -realmente insoportables- de crueldad con animales. Sin embargo, The Green Inferno -así se llamaba el documental que rodaban los protagonistas de Holocausto Caníbal- es una excelente forma de acercarse a un género malsano y morboso sin mancharse. Eli Roth, que interpretó al "Oso judío" en Malditos Bastardos (Quentin Tarantino, 2009), es un fan declarado de estos oscuros géneros italianos -como el giallo- y esta película resulta coherente en su filmografía: el planteamiento, víctimas estadounidenses en un entorno extranjero, primitivo y desconocido, coincide con el de la mencionada Hostel. Y de hecho, ambas películas tienen estructuras casi calcadas. Pero aquí, Eli Roth potencia el humor, caricaturiza a sus personajes -más estúpidos y pijos que nunca- y se ríe sanamente de la explotación del tercer mundo, las ONG´s, el ecologismo y hasta de la diferencia cultural. The Green Inferno es prácticamente una comedia en la que sorprende no encontrar más gore: los nombres -míticos- de los genios de los FX, Kurtzman, Nicotero y Berger aparecen bien grandes en los créditos, pero no hay más sangre aquí que en un capítulo de The Walking Dead. ¿Quizás hay más en la versión extendida? Los apuntes malsanos, que los hay, tienen más que ver con un humor muy negro, que con la representación gráfica de la violencia. The Green Inferno es demencialmente gamberra, provoca carcajadas y permite atisbar lo macabro de un subgénero al que pocos querrán acercarse.
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