MASTER OF NONE -TEMPORADA 1-


La figura del cómico como protagonista de una serie tiene exponentes tan ilustres como la revolucionaria -ahora clásica- Seinfeld (1989-1998), sitcom que abrió camino para la genial Curb Your Enthusiasm (2000) -también de Larry David- y posteriormente para la experimental Louie (2010), de Louis C.K. Master of None, sigue este camino, con el comediante Aziz Ansari ejerciendo de protagonista -nominado a un Globo de Oro-, de guionista y productor. Ansari es conocido por su papel en Parks and Recreation (2009-2015) y comparte la autoría de esta serie con un guionista de aquella, Alan Yang. La gran pregunta es en qué se diferencia Master of None de los precedentes mencionados y la respuesta es que, en determinados momentos, se acerca al modelo de Girls (2012), al interesarse por inquietudes de corte generacional. Eso sí, Aziz Ansari (1983) es algo mayor que Lena Dunham (1986), por lo que su personaje tiene las dudas propias de un treintañero, mientras que los protagonistas de la serie producida por Judd Apatow todavía no han traspasado la treintena.


Justamente sobre esas preocupaciones de un joven de treinta y pocos, Dev, versa el primer episodio, Plan B, que explora el cambio de vida -hacia una supuesta madurez- que conlleva la paternidad. Las reflexiones de Ansari, aunque acertadas, no aportan ningún giro novedoso sobre un tema manido. El prólogo, en el que se rompe el preservativo de Dev, nos hace pensar en el desenfadado tratamiento del sexo de la mencionada Girls (2012). Más interesante es la reflexión, algo cándida, sobre los inmigrantes de segunda generación, como el propio Dev y su amigo Brian (Kelvin Yu). Estos jóvenes estadounidenses -y por lo tanto privilegiados- hacen un esfuerzo por agradecer el sacrificio que hicieron sus padres para emigrar de sus países -del tercer mundo-. El origen indio de Ansari se revela aquí como el primer elemento diferenciador del humor judío de Jerry Seinfeld, Larry David o Louis C.K. Mucho más fácil es identificarse con el tercer episodio: Hot Ticket habla de algo también manido, como buscar pareja en la sociedad actual. Y define el acercamiento entre sexos como la incomunicación vía mensajes de texto que se produce mientras intentas trabajar o ver un episodio de Sherlock. El siguiente capítulo juega con lo políticamente (in)correcto como indica su título: Indians on Tv. El discurso puede parecer similar al de Larry David cuando habla de judíos, afroamericanos, mujeres, gays o calvos, pero las reflexiones de Ansari tienen, además, un punto de ternura.



The Other Man es un pequeño cuento moral sobre la infidelidad, en el que se hace raro ver a Claire Danes interpretando a un personaje ficticio -en la línea desquiciada de su famosa Carrie Mathison- mientras Colin Salmon hace de sí mismo -un actor especializado en films de acción como Resident Evil (Paul W.S. Anderson, 2002)-. La historia sobre la infidelidad apuntala a Dev como un "buen chico" capaz de "pecar" con la coartada intelectual adecuada. Sin embargo, al episodio le falta frescura: el encuentro de Dev con el otro hombre en la heladería es muy de Larry David; la excentricidad de Salmon hace pensar en Extras (2005) de Ricky Gervais. Si aceptamos estas influencias, Master of None es una serie más que disfrutable. Justamente, el episodio Nashville comienza con un diálogo sobre un baño público que podría haber dicho el George Costanza de Seinfeld; continúa con una reflexión sobre el punto de vista narrativo de una canción de Eminem que podría firmar Quentin Tarantino; y vuelve a Seinfeld cuando Denise (Lena Waithe) asegura a Dev que pasar un fin de semana con Rachel (Noël Wells) es como "encadenar 10 citas seguidas". Sin embargo, Nashville es un episodio soberbio, que parece una -buena- comedia romántica indie y que da pie a pensar que esta serie puede llegar muy alto.


Ladies and Gentleman aborda la misoginia a la que se enfrentan las mujeres, pero cuando Dev asume como propia la lucha feminista descubre que en la guerra de sexos, es mejor pelear en tu propio bando. Old People es otra buena muestra del lado tierno de Aziz Ansari, en un episodio dedicado a la tercera edad en el que el humor es completamente blanco, nostálgico y bienintencionado. Y eso resulta original. Mornings es una continuación espiritual de Nashville, que de nuevo explora las relaciones sentimentales, pero esta vez se centra en la complicada convivencia en pareja. El episodio es quizás el mejor de la serie y demuestra el lado romántico de Ansari y su tremenda química con esa Manic Pixie Dream Girl que es Rachel. Por último, Finale, matiza ese romanticismo y parece resumir las inquietudes de los episodios anteriores: la resistencia al compromiso de Plan B; la inmadurez de Parents; la búsqueda de la pareja ideal de Nashville; el miedo ante el futuro de Old People; además de los problemas de pareja de Mornings y las dudas de Dev sobre su carrera profesional que han recorrido toda la serie. Sin ser un episodio redondo, Finale cierra una temporada muy prometedora, que hace esperar más cosas -y mejores- de Master of None.

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