Los acordes de música country acompañan a la cámara, que hace un recorrido por las rutinas de los personajes en Alexandria. Todo parece casi normal. Casi como antes del Apocalipsis. La vida parece tener sentido. Y eso que comerse una manzana en la cama -como hacen Rick y Michonne- nada más levantarse, me ha resultado raro. Estas imágenes son necesarias para establecer lo que Carol (Melissa McBride) está dejando atrás, en una decisión difícil de comprender. Ella ha decidido abandonar una realidad que le ha permitido a Abraham (Michael Cudlitz) plantearse tener hijos. Sasha (Sonequa Martin-Green) le da un puro, gesto tradicional a los que acaban de ser padres. Cuando Carol parte finalmente, escuchamos la voz melancólica de Johnny Cash.
Fuera de Alexandria todo es diferente. Nada tiene sentido. Carreteras solitarias y praderas de pasto alto porque no hay manos humanas que lo corten. Zombies que se pasean sin rumbo como parodias de vida. Fuera, cualquier encuentro con otro ser humano es peligroso. En el prólogo del episodio, se nos dan pistas visuales sobre el resultado de un sangriento enfrentamiento, para que dudemos sobre si Carol ha muerto. Pero luego se confirma que ella se ha convertido definitivamente en una "fuerza de la naturaleza" -lo dice Rick (Andrew Lincoln)- capaz de eliminar a cuatro hombres. Si Carol llora y parece angustiada ante sus enemigos no es por miedo, sino por tener que matarles. Menudo cambio ha dado el personaje. Luego, Rick y Morgan (Lennie James) encuentran a un caminante vagando. El plano general, sus ropas, su pelo, nos hace pensar que se trata de Carol. No es ella. Les gusta jugar con nosotros.
Si se le puede achacar algo a The Walking Dead es que cada vez que nos acercamos al final de una temporada sus argumentos se convierten en mecanismos tramposos para crear la intriga en el espectador de qué personaje va a morir. La venganza de Daryl (Norman Reedus) contra Dwight (Austin Amelio) lleva a la captura de Glenn (Steven Yeun), Michonne (Danai Gurira) y Rosita (Christian Serratos). Haced vuestras apuestas sobre cuál de ellos va a desaparecer. Porque no podemos fiarnos del plano final, ese disparo contra Daryl, esa mancha de sangre. Huele a engaño. Pero además de estos juegos, hay una conversación interesante en este capítulo entre Rick y Morgan. Este último le recuerda al expolicía un episodio del pasado: cuando desterró a Carol por matar a dos miembros del grupo infectados. Morgan señala a Rick que ahora actuaría de una forma muy diferente y él está de acuerdo. Ahora piensa que Carol hizo bien en matar a sus compañeros. Morgan apela al Rick de antes. ¿Volveremos a verle?
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