IT: CAPÍTULO 2 -VUELVEN LOS PERDEDORES


It: Capítulo 2 no tenía que ser una segunda parte ni una secuela, sino la parte que faltaba. La estupenda novela de Stephen King narraba cómo 6 personajes se enfrentaban a una amenaza terrorífica -It/Eso- en dos tiempos distintos: durante su adolescencia y en su vida adulta. La extensión de la novela hacía -supuestamente- difícil una adaptación cinematográfica, por lo que parecía lógico que It (2017) contara primero lo referente a la aventura de los niños -Bill, Beverly, Richie, Mike, Ben, Stanley y Eddie- y esta segunda parte se centrara en los personajes en su madurez emprendiendo el regreso a Derry. Así lo hizo la miniserie televisiva de 1990. La sorpresa de esta segunda parte, que dirige de nuevo el argentino Andy Muschietti, es que los chavales de la primera entrega aparecen aquí casi tanto como sus contrapartidas adultas, interpretados por estrellas de primera como James McAvoy, Bill Hader -que aporta muchísima comedia- y Jessica Chastain -además de Isaiah Mustafa, Jay Ryan, Andy Bean y James Ransome-. En algún momento, el guionista Gary Dauberman se debió dar cuenta de que la historia de terror de King -que hace un cameo en el film al estilo de Stan Lee- es una metáfora sobre los miedos que todos tenemos y sobre el complicado proceso de madurar y hacerse mayor. Por ello, este segundo capítulo de It no podía contarse solo con los personajes adultos, lo que ha obligado a crear flashbacks con los Perdedores, de niños. Esto desactiva la necesidad de la primera película, ralentiza la acción en esta segunda entrega, debilita a los personajes adultos, provoca innecesariamente la creación de un montón de secuencias que no están en la novela y genera situaciones reiterativas, porque los miedos infantiles de la primera parte son los mismos que en esta segunda. Así, la primera It se antoja ahora una adaptación fiel y satisfactoria, a pesar de estar incompleta. ¿Qué podemos decir entonces de It: Capítulo 2? Primero, que demuestra que se podría haber hecho una adaptación total de la novela de King desde el principio: esta tiene una duración de 2 horas 49 minutos, cuando la miniserie de los 90 sumaba 3 horas 12 minutos. Segundo, que no hace falta refrescar la anterior para disfrutarla. De hecho, casi mejor no hacerlo para evitar la sensación de repetición. Con personajes menos agradecidos que aquellos entrañables chavales, el guión falla en explorar las frustraciones de la vida adulta con respecto a los sueños que teníamos de niños, en aquellos veranos interminables. Pero sí ofrece un auténtico festín de monstruos, criaturas de pesadilla, para el fan del terror, con un Muschietti muy activo detrás de la cámara fabricando sustos pero quizás algo más soso en las escenas dramáticas. Los terrores de esta película son puro fantástico, algunos incluso muy locos, pero creo que funcionan bastante bien y proponen al payaso Pennywise (Bill Skarsgard) como una versión actualizada de Freddy Krueger.

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