12 SESIONES DOBLES DE 2014

Llego tarde y esta debe ser la última lista de las mejores de 2014 que aparece por ahí. Es una lista de la que me siento bastante seguro: la mayoría de estas películas están en la selección de personas que saben de esto mucho más que yo. Mi aportación es juntar dos grandes films que he visto este año en una sesión doble. Las razones -muy chorras- a continuación...


La Lego película (Phil Lord & Chris Miller) y Guardianes de la galaxia (James Gunn)
No hay mejor combinación posible si lo que buscas es pasártelo bien. Comparten protagonista y el sentido del humor que deberían tener todos los blockbusters.



Ida (Pawel Pawlikowski) y Mommy (Xavier Dolan)
Dos películas muy diferentes con algo en común: renuncian al formato panorámico.



 

Magical Girl (Carlos Vermut) y Borgman (Alex Van Warmerdam)
Porque ambas eligen no contarlo todo ¿te atreves a tener imaginación?



 

Dos días, una noche (Jean-Pierre y Luc Dardenne) y El sueño de Ellis (James Gray)
Una sesión doble para soñar con Marion Cotillard. Y qué sueño más bonito es ese.



Perdida (David Fincher) y El lobo de Wall Street (Martin Scorsese)
Dos comedias que (no) ocultan ácidos retratos de la gentuza con la que nos ha tocado vivir.


 

Son dos fantásticos ejemplos de buena ciencia ficción de gran presupuesto.



Un toque de violencia (Jia Zhangke) y Redada asesina 2 (Gareth Evans)
No pueden ser más diferentes sus aproximaciones a la violencia cinematográfica.


 

The Sacrament (Ti West) y Cruel & Unusual (Merlin Dervisevic)
Las dos películas que más me gustaron este año y que -lamentablemente- no se han estrenado en cines en España.




Coherence (James Ward Byrkit) y A propósito de Llewyn Davis (Joel & Ethan Coen)
Dos de las mejores del año tienen en común... un gato.




Rompenieves (Bong Joon-Ho) y El gran hotel Budapest (Wes Anderson)
Festines visuales para combatir el empacho de las malditas cenas navideñas.





Her (Spike Jonze) y Nymphomaniac (Lars Von Trier)
Dos visiones sobre lo femenino muy diferentes ¿o no tanto?



 

Boyhood (Richard Linklater) y Nebraska (Alexander Payne)
Si vemos la emocionante Nebraska justo después de Boyhood habremos abarcado una vida entera.





Mención especial: Está muy cerca de mi forma de pensar esa obra "menor" de Woody Allen que es Magia a la luz de la luna (¡y me encanta Emma Stone!)Y la mejor película española que he visto este año es La isla mínima de Alberto Rodríguez. Junto estas dos películas porque en ambas aparece una vidente.

HOMELAND -TEMPORADA 4- 13 HOURS IN ISLAMABAD


13 HOURS IN ISLAMABAD (7 DICIEMBRE)

Llegamos al décimo episodio de Homeland enganchados tras el cliffhanger del capítulo anterior: el malvado Haqqani (Numan Acar) penetrando los túneles de la embajada estadounidense. También creímos -no es cierto, nunca lo creímos- que el ataque terrorista podía haber acabado con la vida de alguno de los protagonistas. Todo son trucos -muy válidos- para mantenernos en vilo. Pero también hay que decir que esta cuarta temporada de las locas aventuras de Carrie Mathison (Claire Danes) ha ido saqueando referentes cinematográficos de películas muy conocidas de temática similar: un poco de La noche más oscura (Kathryn Bigelow, 2012), otro poco de Red de mentiras (Ridely Scott, 2008); un poco más de Argo (Ben Affleck, 2012) y ahora, en 13 horas en Islamabad, tiran del referente que les faltaba: el videojuego Call of Duty en su vertiente Modern Warfare (2007). Menuda ensalada de tiros.


-AVISO SPOILERS-

Destaca además que este capítulo de Homeland se deja llevar por el síndrome de la camisa roja: mueren seis personas en el ataque fuera de la embajada, pero a Quinn (Rupert Friend) -y a nosotros- solo le importan Carrie y Saúl (Mandy Patinkin). Cuando Haqqani quiere conseguir sus fines va matando rehenes... y no pasa nada hasta que llega el turno de Fara (Nazanin Bionadi). Entonces el director de la CIA (Tracy Letts) se vuelve loco. Por cierto, matar a Fara es un acto de crueldad tremendo por parte de los guionistas: llevaban un montón de episodios sin acordarse de ella.


Sorprende también el protagonismo de Haqqani, un antagonista que parece salido de un actioner de la era Reagan. Si recordamos la primera temporada, la figura equivalente a Haqqani era Abu Nazir (Navid Negahban). Pero este, aunque estaba muy presente, era apenas un nombre mencionado con temor, una figura vista de lejos. Cuando Abu Nazir cobraba cierto protagonismo, aparecía retratado de forma positiva: como padre o como mentor de Brody (Damian Lewis). Convengamos que estos peligrosos terroristas en Homeland son siempre trasuntos de Bin Laden y representan el miedo de occidente. Ponerle un rostro específico a ese miedo -el de Haqqani- lo reduce y lo caricaturiza ¿o no?Por suerte, allí está Peter Quinn para ponerse el disfraz de Rambo.

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LA LEGO PELÍCULA (PHIL LORD & CHRISTOPHER MILLER, 2014)



Hay dos tipos de personas. Primero, las que de niños abrían una caja de Lego y seguían las instrucciones paso a paso hasta conseguir una construcción idéntica a la de la foto de la tapa. Y luego están las que no se podían resistir a acoplar las piezas de forma caótica "a ver qué sale". Creatividad o conformismo.


-AVISO SPOILERS-

Al menos a mí me parece un golpe de genio que los creadores de La Lego Película hayan utilizado esa sensación y la hayan convertido en el tema principal, en el alma, de esa tarea imposible que es adaptar un juego de construcción de bloques de plástico al cine. Lego es un juguete clásico con la virtud de estimular la imaginación. Pero también es cierto que nunca había tenido una narrativa propia. No la necesitaba. Sus construcciones emulan objetos, vehículos y edificios reales, y eso era suficiente. En los últimos años, Lego ha adaptado historias de otros medios por la vía de las licencias: Star Wars, Indiana JonesMarvel, Harry Potter, etc. Pero eran narrativas prestadas. La Lego Película consigue crear una historia propia con esos bloques de plástico sin olvidar su naturaleza de juguete -ya para todas las edades- utilizando una metáfora sobre el conformismo que además juega a la metaficción. Para ello utiliza esa estructura tan del gusto de Hollywood -pero de probada eficacia- que es el viaje del héroe del mitólogo Joseph Campbell. Conocemos al protagonista, Emmet (Chris Pratt) en su mundo cotidiano, recibe la llamada de la aventura, encuentra un mentor (Morgan Freeman), se hace con aliados (¡Batman!), parece morir, resucita y hasta tiene un encuentro con ¿Dios? (Will Ferrell).


Hay otra película que también utiliza el viaje del héroe y que me viene a la cabeza inevitablemente: The Matrix (Hermanos Wachowski, 1999). La Lego Película parece un remake con juguetes de esa trilogía de ciencia ficción, y no sólo porque Emmet sea asimilable a Neo (Keanu Reeves) y tenga su propia Trinity (Carrie-Anne Moss) en Lucy (Elizabeth Banks). Hay momentos que parecen referencias explícitas, como esos enemigos robóticos que parecen pulpos, ese villano policía que interpreta Liam Neeson y que recuerda también al Robert Patrick de Terminator 2: el juicio final (James Cameron, 1992), y sobre todo, lo referente al renacimiento del héroe, cuando este alcanza una percepción total de la existencia, tras un "viaje" que cita a 2001: una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968). Si en The Matrix, Neo consigue ver detrás del velo de la falsa realidad y descubre un código binario; aquí, Emmet lo mira todo como si fuera el manual de montaje de un juguete de Lego.


Ahora bien, lo que mantiene unidas todas estas piezas tan dispares en La Lego Película es el humor. Lo mismo ocurre en Guardianes de la Galaxia (James Gunn, 2014), con la que esta comparte protagonista. En ese sentido, no es casual que los mejores chistes recaigan en ese Batman de las películas de Christopher Nolan: en ellas se ha desterrado cualquier tipo de sentido del humor y ahí está la gracia. Pero además, Batman es por definición -y por contraste con Superman- un hombre sin poderes que se levanta por encima de los conformistas.

AMERICAN HORROR STORY: FREAK SHOW -ORPHANS-


ORPHANS (17 DICIEMBRE) -AVISO SPOILERS-

En la recta final de su cuarta temporada -quedan tres capítulos para el final de Freak ShowAmerican Horror Story hace una pausa para contarnos la historia de Pepper (Naomi Grossman). La muerte de su pareja -el también microcefálico- Salty (Christopher Neiman) desencadena un largo flashback que revela su origen y profundiza en un personaje al que se acaba cogiendo cariño. La relación entre Elsa Mars (Jessica Lange) y Pepper no está lejos de la de Constance (también Lange) y Addie (Jamie Brewer) en la primera temporada de la serie -Murder House- o incluso de la relación entre Sue Sylvester (Jane Lynch) y Becky (Lauren Potter) en Glee (2009), obra de los mismos autores (Ryan Murphy y Brad Falchuk). El triste relato de la vida de Pepper no solo emociona -al menos a mí- si no que representa un pequeño regalo para los fans: la aparición de la hermana Mary Eunice McKee (Lily Rabe) revela que la historia continúa en la segunda temporada, Asylum



Pero Orphans no ha querido alejarse del todo de la historia principal de la temporada y contiene una subtrama en la que comparten protagonismo Desiree Dupree (Angela Bassett) y Maggie Esmeralda (Emma Roberts). A la primera le surge un nuevo -viejo- pretendiente (Malcolm-Jamal Warner). La segunda protagoniza un flashback -da mucho morbo vestida de chica de los periódicos ¿o no?- y mantiene un encuentro con Bettie y Dott (Sarah Paulson) en el que comprobamos que cada escena con las siamesas se esmera en buscar nuevas formas de planificar los diálogos con sus dos cabezas. Mientras tanto, Jimmy Darling (Evan Peters), para salir de prisión, podría haber tomado una decisión que sería el fin de su vida como fenómeno y como héroe de sus compañeros freaks. Continuará...


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INVENCIBLE (ANGELINA JOLIE, 2014)


Es difícil hablar "mal" de una película en la que cada una de sus partes parecen estar "bien" ¿Es válido utilizar conceptos tan subjetivos como "alma" para enjuiciar una película? Yo no quiero ser -demasiado- pretencioso y me conformo con decir que Invencible me ha parecido "sosa". Y me quedo tan ancho. Eso no quita que la segunda película de Angelina Jolie sea una superproducción y que esté basada en la historia real de una vida sin duda extraordinaria. Pero no hay ambición en la propuesta. La directora apuesta por un estilo visual clásico, esa escritura invisible que narra la historia adecuadamente, pero que no deja entrever ningún rasgo de la personalidad de la ¿autora? Por otro lado, las interpretaciones son impecables -se presupone que siendo Jolie una estupenda actriz, sabrá sacar lo mejor de sus colegas- pero quizás no lleguen a emocionar. Por último, el guión, nada menos que de los hermanos Coen, es correctísimo, y eso, cuando hablamos de autores tan personales como estos, no me parece bueno. En Invencible hay secuencias narradas con buen pulso -la batalla aérea inicial- los típicos episodios inspiradores -la evolución del protagonista (Jack O´Connell) en atleta olímpico- y algunos toques de humor -la larga secuencia en la que se pierden en el mar- pero cuando llegan los momentos de mayor intensidad dramática, la película se queda sin gas. Es quizás en el tramo principal, en el campo de concentración japonés, en el que Invencible intenta alejarse de la pulcra seguridad de un producto de Hollywood con las miras puestas en los Oscar, para atreverse a narrar un sufrimiento que probablemente quiere ser el equivalente al martirio de un santo. Jolie nos cuenta lo que debería ser un infierno y me viene a la cabeza, inevitablemente, 12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2013). Pero la directora, en mi opinión, no consigue que sus imágenes se eleven por encima de la historia para trascender los hechos que cuenta. Permítanme, además, un apunte -más- personal. Mientras la película de Steve McQueen nos habla de una injusticia histórica y de la capacidad de un ser humano para sobrevivir a los peores contratiempos sin ser un héroe, Invencible introduce un elemento espiritual -su protagonista descubre la fe en Dios- en lo que parece ser una parábola. Un sacerdote apunta al principio de la película que hay que soportar la vida en lo bueno y en lo malo. El hermano (Alex Russell) del protagonista -su mentor- le promete que con esfuerzo conseguirá ser el mejor. Todavía peor: le dice que un instante de gloria bien vale una vida de sufrimiento. No puedo estar menos de acuerdo.

MAGICAL GIRL (CARLOS VERMUT, 2014)


¿Ha muerto Tony Soprano? ¿Qué significa el capítulo final de PerdidosCuando un autor decide no contar algo, nos invita a utilizar la imaginación para completar un puzzle mental que se establece entre la obra y el espectador. Esa pieza que falta en el rompecabezas tenemos que buscarla -inventarla- nosotros mismos. Y encaja cualquiera que decidamos que encaja. Ese es precisamente el valor de lo "no contado": que las posibilidades son infinitas. Pero hay un grupo de espectadores que quieren saber. Esos que prefieren Interstellar (Christopher Nolan, 2014) a 2001: una odisea espacial (Stanley Kubrick, 1968). Esos que odiaron el final de Perdidos (2004-2010) y que obligaron a Damon Lindelof a abandonar Twitter. Creo que a esos espectadores no les va a gustar Magical Girl. Espero equivocarme, porque se estarán perdiendo una de las películas más sugerentes que he visto.



Yo no soy de esos que quieren saberlo todo. Yo habría preferido imaginarme esas Guerras Clon de las que hablaba Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness) en Star Wars (George Lucas, 1977) a tener que verlas en El ataque de los clones (George Lucas, 2002). Nos hemos pasado los años ochenta diciendo que las "segundas partes nunca fueron buenas" -y era mentira- pero creo que esas precuelas -que son la norma desde hace unos 15 años- son mucho peores. Porque indagan en un pasado que, en realidad, no quería conocer. Un pasado que prefiero fantasear libremente. Pero me desvío.


¿Se puede hacer un espoiler de una película que decide mantener en el misterio sus secretos? Magical Girl se compone de tres historias que se van abriendo una dentro de otra. Pero mientras más profundizamos, menos sabemos. La primera historia es la más clara -la de Luis (Luis Bermejo)  y su hija Alicia (Lucía Pollán)- pero es en su relación con las otras dos tramas -la de Bárbara (Bárbara Lennie) y la de Damián (José Sacristán)- que la película nos invita a imaginar las respuestas a sus incógnitas. No sabemos el significado del truco de magia que comparten Bárbara y Damián; ni qué ocurrió entre ellos para que el profesor acabase en la cárcel. Tampoco sabemos lo que se esconde detrás de esas puertas de las que Bárbara sale cada vez más marcadas. Lo que nos pide Magical Girl es que completemos la obra y que imaginemos las respuestas a todo eso. Que imaginemos dónde está la pieza que falta en ese puzzle que no consigue completar Damián.

HOMELAND -TEMPORADA 4- THERE´S SOMETHING ELSE GOING ON-


THERE´S SOMETHING ELSE GOING ON (23 NOVIEMBRE)

¡Qué bien me ha sentado el noveno capítulo de Homeland! En general agradezco cualquier episodio de la serie que no incluya los morritos de Claire Danes, las escenas de amores imposibles y una doble de yoga. En esta entrega me lo he pasado genial con un argumento más directo, menos pretencioso y dejando descansar los traumas de los personajes. Se agradece. Este episodio tiene más ritmo, más pulso y va directo al grano sin dar tantos rodeos. Por una vez, vamos "de A a B" pero sin volver atrás. Aunque, cómo siempre en Homeland, "está pasando algo más".


-AVISO SPOILERS-

Un intercambio de rehenes entre americanos y terroristas -para recuperar a Saul (Mandy Patinkin) tenso y bien contado- acaba siendo un señuelo para dejar desprotegida la embajada de Estados Unidos para un ataque frontal. La idea es un poco descabellada, vale, pero si pasamos de lo verosímil, podremos disfrutar de momentos bastante entretenidos. Para engañarnos, los guionistas siembran un montón de pistas falsas: la defensa de la embajadora (Laila Robins) de su marido traidor (Mark Moses); el niño con el chaleco bomba; la negativa de Saul a entregarse... nada de eso importa realmente y todo lleva a un cliffhanger final con ese malo, Haissam Haqqani (Numan Acar) -que parece un cabezudo con las facciones de Iznogud- penetrando por los túneles subterráneos de la embajada de Estados Unidos. Hasta yo me he quedado con ganas de más.


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AGENTES DE S.H.I.E.L.D -TEMPORADA 2- WHAT THEY BECOME


WHAT THEY BECOME (9 DE DICIEMBRE)

Lo que me gusta de cada episodio de Agentes de S.H.I.E.L.D es cómo los guionistas se esmeran en ir un paso por delante del espectador. La serie, que ha mejorado mucho esta segunda temporada, no tiene por ahora capítulos de relleno. La historia que han contado hasta el momento, el misterioso pasado de Skye (Chloe Bennet) se desvela en apenas 10 capítulos ¡y quedan 12! La incógnita de lo que va a ocurrir a partir de ahora es para mí una auténtica incógnita que tengo muchas ganas de resolver. Pero habrá que esperar hasta Marzo de 2015. Mientras tanto, la nueva serie sobre la Agente Carter tomará el relevo de la ficción televisiva de Marvel.


-AVISO SPOILERS-

Este episodio final titulado What they become esconde no pocas sorpresas que juegan con las expectativas creadas durante la temporada. La primera es que el padre de Skye (Kyle MacLachlan) no ejecuta su ansiada venganza contra Whitehall (Reed Diamond). El jefazo de HYDRA muere de una forma más bien anticlimática ¿Quién será el nuevo líder del grupo terrorista? Yo apuesto por Ward (Brett Dalton), que cae tiroteado por Skye en otro de esos momentos que pillan desprevenido al espectador. Y si en todo capítulo final suele morir algún personaje y más de uno apostaba por Mac (Henry Simmons) hemos visto cómo el fallecido ha resultado ser Triplett (B.J. Britt). Por último, descubrimos los poderes de Skye, y de Raina (Ruth Negga). El apunte misterioso de cara a lo que resta de temporada es que el padre de Skye la llama "Daisy". Esto querría decir que se trata del personaje Daisy Johnson, Quake, que en los cómics tiene el poder de generar terremotos. Pero lo más importante es que entonces su padre sería el clásico villano Mr. Hyde, creado nada menos que en 1963 para enfrentarse a Thor.


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AMERICAN HORROR STORY: FREAK SHOW -TUPPERWARE PARTY MASSACRE-


TUPPERWARE PARTY MASSACRE (10 DICIEMBRE) -AVISO SPOILERS-

Dandy Mott (Finn Witrock) está listo para enfrentarse a Jimmy Darling (Evan Peters). Es el noveno episodio de la temporada y el antagonista está preparado para ponerle las cosas difíciles al héroe. Lo primero que hace Dandy es acercarse a la (ex)novia de Jimmy. Hacerse leer la mano por Maggie Esmeralda (Emma Roberts) y luego pavonearse por el circo es una provocación a la que Jimmy no puede enfrentarse: sigue borracho tras la muerte de su madre (Kathy Bates). El que Dandy invada el territorio de su enemigo evidencia la rivalidad entre ambos y deja claro quién es el más fuerte ahora mismo. Jimmy está en su peor momento. Falla en su intento de satisfacer -sexualmente- a las amas de casa -frustradas- que le contratan en sus fiestas tupperware. Aquí también aparece Dandy para violar el espacio de Jimmy. El asesinato de esas "mujeres desesperadas" le sirve al psicópata para incriminar al chico langosta. Para el protagonista de nuestra historia, todo parece perdido. Dandy ha conseguido comprar a la Ley, por lo que representa a la clase alta de una sociedad intolerante; mientras que Jimmy es claramente un miembro de las clases marginadas ¿Son símbolos?


También es un perdedor Dell Toledo (Michael Chiklis). El padre de Jimmy no sólo es un freak: también es homosexual y eso en los años 50 significa ser un marginado. Su intento de suicidio no tiene éxito y además protagoniza una de las escenas más desagradables de toda la serie cuando es obligado por Stanley (Denis O´Hare) a masturbarle. Si eso no es llegar demasiado lejos...


Lo mejor del episodio, para mí, es el duelo interpretativo entre la actriz Sarah Paulson y... ella misma. Las siamesas Bette y Dot tienen un intenso diálogo en el que cada personaje lo da todo dramáticamente. Nunca había visto algo así.

CAPÍTULO ANTERIOR: BLOOD BATH

THE FLASH -TEMPORADA 1- THINGS YOU CAN´T OUTRUN


THINGS YOU CAN´T OUTRUN (21 OCTUBRE) -AVISO SPOILERS-

El tercer episodio de The Flash se centra en un largo flashback -valga la redundancia- que desvela el pasado de los científicos de Star Labs y sobre todo el de Caitlin, (Danielle Panabaker). Se narra aquí lo ocurrido con su novio durante el accidente con el acelerador de partículas. La historia conecta con el presenta gracias a una escena-espejo que podría significar el futuro interés romántico de Caitlin por Barry Allen (Grant Gustin). La historia tiene fuerza, pero pierde algunos enteros por la limitada interpretación de Panabaker, que se muestra aquí algo tiesa.


El villano de la semana tiene un origen ingenioso: un preso obtiene la capacidad de convertirse en vapor al ser sometido a la cámara de gas justo cuando ocurre el accidente que otorga superpoderes a todos los metahumanos de The Flash. "The Mist", un personaje creado nada menos que en 1941 como enemigo de Starman, da bastante juego: Barry tiene que esforzarse para derrotarle. Curiosamente, Kyle Nimbus es interpretado por Anthony Carrigan, que también da vida al peligroso Victor Zsasz en Gotham. Hasta ahora, en estos tres capítulos, la trama episódica de la serie, la superheróica, ha sido siempre bastante sólida.



The Flash acierta también con los momentos más humanos: las escenas de Barry con su mentor Joe West (Jesse L. Martin) y con su padre (John Wesley Shipp) consiguen ser realmente emocionantes. Y para redondear otro buen episodio, y como es habitual, algunas referencias cinéfilas: una a Terminator 2: el juicio final (James Cameron, 1991) que aprovecha la naturaleza gaseosa de The Mist para emular el cuerpo fluido del T-1000 (Robert Patrick); y otra que se atreve a citar el momento más tenso de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994) cambiando a Mia Wallace (Uma Thurman) por Barry. Además, dos guiños a los cómics: Barry dice que no busca la fama, que no quiere "un museo", una clara referencia al Museo de Flash de los tebeos, una especie de sala de trofeos que todos los supertipos de DC Comics tenían; y la otra referencia tiene lugar cuando el héroe está a punto de ser reconocido por su padre en prisión. Para evitarlo, Flash utiliza de forma creativa sus poderes y resuelve el eterno problema de la identidad secreta del superhéroe: hace vibrar su rostro a supervelocidad para no ser identificado. Mucho mejor que las gafas de pasta que usa Clark Kent ¿no?









CAPÍTULO ANTERIOR: FASTEST MAN ALIVE