WEAPONS -QUE NO TE LA CUENTEN


Tras la buena acogida de Barbarian (2022), Zach Cregger encuentra el éxito con Weapons (2024), estupenda película de terror que parte de una premisa irresistible y muy bien planteada en su campaña de marketing: 17 niños, todos de la misma clase, salen de sus casas a las 2:17 de la madrugada para desaparecer sin dejar rastro. Este misterio es el motor argumental de una película inteligente y sobre todo, entretenida, que resulta muy atrevida en su mezcla de retrato de personajes, sustos, toques de comedia negra y violencia extrema, para acabar contando un relato de terror clásico. Cregger se apoya sobre todo en un reparto solvente compuesto por Julia Garner, Josh Brolin, Benedict Wong, Alden Ehreinreich y Amy Madigan para crear una historia cuyos giros y sorpresas no conviene conocer antes del visionado. Y esto es importante, porque toda la gracia de 
Weapons está en el enigma central del relato. En una jugada muy inteligente, Cregger propone al espectador de 2025 una película que parece una serie de televisión: la historia se divide en capítulos, cada uno desde el punto de vista de un personaje -una profesora, un padre, un policía, un joven sin techo, el director del colegio, etc.-. Este cambio casi constante de perspectiva, permite mantener la atención del espectador cuyo interés se potencia gracias a un guión que coloca un cliffhanger al final de cada segmento. Mientras el misterio de fondo se mantiene, el relato no pierde su interés. Pensemos en series como Perdidos (2004-2010) o su magistral precedente, Twin Peaks (1990-1991), que se valían de la misma estrategia -la caja misteriosa de J.J. Abrams- para no perder audiencia. El gran problema de Weapons es que cuando comienza a enseñar sus cartas, el interés se desploma y el espectador más avezado será capaz de ir siempre un paso por delante, hasta una resolución que se esmera demasiado en explicar el misterio y en no dejar ningún cabo suelto. Poco queda a la imaginación del espectador, y quizás esa sea, precisamente, la clave del éxito. Aún así, la película de Cregger es estupenda y conecta temáticamente con el terror reciente de Devuélvemela (2025) o Longlegs (2024), pero con la voluntad de llegar a un público más amplio. Tras resolver el enigma, eso sí, Cregger recupera el pulso y acierta con un final estimulante, sangriento y divertido que deja buen sabor de boca.

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