RAYA Y EL ÚLTIMO DRAGÓN -EL VIAJE DE LA HEROÍNA
PASAJERO OCULTO -DELICIOSO PASTICHE
BRUJA ESCARLATA Y VISIÓN -MATRIMONIO CON HIJOS
Hay que hablar además de la integración de Bruja Escarlata y Visión en el Universo Cinemático Marvel, con apariciones en roles importantes de personajes secundarios que vimos antes en las películas: Mónica Rambeau (Teyonah Parris) -de Capitana Marvel (2019)-, el agente Jimmy Woo (Randall Park) -Ant-Man y la Avispa (2018)- y Darcy Lewis (Kat Dennings) -personaje secundario y mordaz de las películas sobre Thor-; y mencionemos también la presentación de la agencia espacial SWORD -que sustituye a la SHIELD de Nick Fury- que seguramente tendrá continuidad en las próximas películas que veremos. En este sentido, me sorprende -y me agrada- la fe de Marvel Studios en sus fans. Para seguir la trayectoria de los personajes principales de esta serie hay que haber visto las películas de los Vengadores desde La era de Ultrón (2015), en la que son presentados la hechicera y el androide. Pero es que, además, el guión nos pide que entendamos el guiño -ojo spoiler- que es la aparición de un Mercurio/Quicksilver encarnado por Evan Peters -perteneciente al Universo X-Men, antes propiedad de Fox- en lugar del velocista interpretado fugazmente por Aaron Taylor-Johnson que sí pertenece al Universo Marvel. Esto creo que debemos entenderlo como una estrategia clara que busca siempre el golpe de efecto, la sorpresa para los fans, el guiño cómplice, lo que no está reñido con un desarrollo argumental satisfactorio, y con el que creo que es el punto fuerte de estas historias: la evolución de sus personajes. Tampoco se olvida Marvel de sus fans de toda la vida, los lectores de cómics, que hemos visto con agrado cómo la Bruja Escarlata, Visión y Mercurio se enfundan en sus trajes clásicos utilizando como excusa una pertinente celebración de Halloween. El episodio final es, además, una espectacular batalla de efectos especiales, pensada para los fans de la acción que hemos visto en el cine.
Bruja Escarlata y Visión es un producto inteligente y arriesgado -lo siento, Scorsese- que se mantiene fiel al espíritu de Marvel Studios: lo importante son los personajes. Aquí la protagonista es Wanda -prácticamente heroína y villana a la vez- una mujer con un pasado trágico que se traiciona a sí misma intentando cumplir el imperativo social de lo que debe ser la felicidad: estar casada y con hijos. Wanda se ve obligada a explorar sus orígenes, la naturaleza de sus poderes y en ese proceso acaba adquiriendo su traje superheroico y su nombre de batalla. La miniserie de 9 episodios tiene un arco cerrado -de final emotivo y, una vez más, arriesgado- pero además hace evolucionar al personaje y lo deja preparado para vivir nuevas y diferentes aventuras.
EL PLAN -LAS CARAS DE LA CRISIS
No esconde su origen teatral El plan, película que reduce su escenario dramático a la vivienda de uno de los protagonistas y en cuya trama solo aparecen tres personajes. Paco, Ramón y Andrade son tres trabajadores en paro que se reúnen para llevar a cabo 'el plan' que menciona el título, auténtico Mcguffin que sirve como excusa para revelar los problemas existenciales de los personajes. De fondo, la eterna crisis del desempleo, que nos lleva a imaginarnos mil cosas sobre la naturaleza del mencionado plan. Otra capa de la cebolla dramática que caerá también para profundizar en los problemas más personales de estos tres 'perdedores' que podrían estar esperando a Godot y para los que será imposible salir de la casa en la que se han reunido, como en El ángel exterminador (1962) de Buñuel. El ir descubriendo el conflicto humano de cada uno de los protagonistas es la mecánica del argumento que firma el director Polo Menárguez, adaptando la obra de Ignasi Vidal. Está claro, en una película como El plan lo importante son los actores, y son muy buenos: Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco, este último nominado al Goya como actor revelación. El film opta también a un premio al mejor sonido. Estamos ante una película incómoda, que nos engaña sucesivamente, que comienza como una comedia costumbrista, de tintes sociales, muy española, pero que poco a poco se va convirtiendo en una tragedia de desenlace desesperanzado y casi nihilista.
THE OWNERS (LOS PROPIETARIOS) -SIN COMPASIÓN
PEQUEÑOS DETALLES -OBSESIÓN POR EL MAL
La figura del psicópata se convirtió en un enigma insondable con la magistral Zodiac (2007) de David Fincher, que no hablaba solo de la imposibilidad de llegar a la verdad última en cuanto a la resolución de un crimen, sino también sobre el enigma irresoluble sobre las razones que mueven al asesino en serie. Fincher pasó a explorar entonces, con la estupenda Mindhunter, cómo afecta esa maldad pura del psicópata al policía que le persigue, ese que, como trabajo diario, debe enfrentarse a horribles crímenes y al vacío que producen tantas muertes sin sentido. En Pequeños detalles, el director y guionista John Lee Hancock -The Highwaymen (2019)- propone un planteamiento similar al presentarnos a un exdetective, Joe 'Deke' Deacon, cuya vida y carrera policial acabaron destruidas por su obsesiva persecución de un asesino de mujeres. Este personaje crepuscular tiene su reflejo en un joven y prometedor detective, Jim Baxter, que representa los nuevos métodos de investigación, más profesionales y científicos, en oposición a la intuición y la experiencia vital de la 'vieja escuela'. A estos dos personajes se opone un enigmático y muy inquietante sospechoso, Albert Sparma, una suerte de aprendiz de Charles Manson. El guión de Hancock se mueve siempre en la ambigüedad, tanto sobre los crímenes que presenciamos, como sobre si los personajes son positivos o negativos. Una ambigüedad moral es que la mayor virtud de una historia de corte clásico que sigue una investigación policial al uso, pero que esconde secretos relacionados con el pasado de los personajes. Giros de guión que provocan constantes relecturas de lo que estamos viendo y obligándonos a cuestionar si los personajes actúan correctamente, o si se equivocan fatalmente. El protagonista, 'Deke', está fantásticamente interpretado -como es habitual- por el competente Denzel Washington, capaz de inyectarle veracidad a un personaje que es un puro arquetipo cinematográfico. Más complicado he tenido comulgar con el joven Baxter, al que da vida el siempre interesante Rami Malek, cuyo peculiar rostro no sé si es el adecuado para un policía eficiente, recto, profesional y además, un perfecto padre de familia. Por último, Jared Leto como el sospechoso Sparma está muy divertido, a veces pasado de rosca, pero también perturbador. Este trío principal está rodeado de excelentes secundarios como Chris Bauer y Michael Hyatt, que redondean un cinta bien dirigida, escrita e interpretada, con una atmosférica banda sonora de Thomas Newman. Pequeños detalles es un film que respira como el viejo Hollywood, una cinta que no pasará a la historia del cine con letras mayúsculas, pero que tampoco defrauda. Resaltemos su amargo poso de cine negro puro.