¡CANTA!: TALENTO ANIMAL



Nominada en los Globos de Oro a mejor película animada, ¡Canta! incluye en su título signos de exclamación -ausentes en el original- que reflejan bien su vocación de espectáculo pirotécnico: como los firework de la canción de Katy Perry que sirve para definir a uno de los personajes principales. Sería inútil pretender de este film la más mínima crítica hacia los televisivos concursos musicales en los que se inspira -tampoco tiene un discurso sobre la fama, o el show business- ya que su intención no es otra que entretener y su mensaje final es diáfano: hay que perseguir los sueños. No hay ningún hecho dramático que tenga consecuencias negativas en esta película protagonizada por animales antropomorfizados: el protagonista, un koala productor de espectáculos (Matthew McConaughey), tiene deudas que no pesan; hay gorilas atracadores que no hacen daño a nadie; una cerdita ama de casa es ignorada por su marido sin que eso signifique una humillación y un ratón se mete en problemas con osos mafiosos -a lo Frank Sinatra- que le amenazan sin ser violentos. ¡Canta! es un musical para todos los públicos, que explota todos los clichés de todas las historias de triunfos, sueños cumplidos y de gloria sobre un escenario. Su repertorio musical está formado por temas pop clásicos, de esos que no molestan a nadie: entre las 85 canciones que contiene, alguna te tiene que gustar. Es, sin embargo, un tema original el que opta a otro Globo de Oro: Faithcompuesto por Ryan Tedder, Francis Farewell Starlite y nada menos que Stevie Wonder, que ya ganó dicho galardón en 1985 por I Just Called To Say I Love YouEl director de la película, Garth Jennings, curtido en videoclips de Blur, Pulp, y R.E.M, firma aquí su primer largometraje animado, valiéndose de los resortes más conocidos de este tipo de historias. Hay un afán casi enciclopédico en reunir todos los perfiles del artista musical, desde las divas hasta el crooner pasando por el provocador punk (domesticado). La historia, además, es coral, por lo que salta constantemente de un aspirante a otro. Casi imposible aburrirse con una narración que no tiene pausas, como demuestra desde su inicio un plano secuencia vertiginoso y completamente imposible en una cinta de acción real, que busca enlazar todas las subtramas. La animación alcanza un grado de perfección hiperrealista -véase la escena en la que oveja se sumerge en una piscina- que contrasta con momentos de ingenio cartoon: cuando un ventilador esparce por la ciudad las octavillas del concurso musical, o la solución -propia de la corporación ACME- que encuentra Rosita (Reese Whitherspoon) para liberarse del cuidado de sus hijos. ¡Canta! es un artefacto de puro entretenimiento que solo dejará en el espectador el recuerdo de haber pasado un rato razonablemente agradable.

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